ECONOMIA
las demandas salariales no bajan del 25%

Se recalientan las paritarias por la desconfianza sobre el congelamiento

El Gobierno pretende una pauta de 20% para los sueldos, pero el enfriamiento no cambió las expectativas inflacionarias que se mantienen en 30%. Temen que haya alzas durante marzo.

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El congelamiento de precios garantizó una desaceleración de la inflación en febrero confirmada por las mediciones privadas –y el Indec– mientras que Gobierno presiona a los bancos para que los supermercados puedan “aguantar” los precios y sigue apuntando a acuerdos salariales del 20% aunque los gremios siguen reclamando subas por arriba del 25 por ciento.

En febrero, con menos turismo y los precios freezados, el IPC Congreso que promedia mediciones privadas y que difunde un grupo de diputados de la oposición marcó 1,23%, una cifra por debajo del 1,65% del mismo mes del año anterior y muy lejos del 2,58% de enero de este año. El Indec también se anotó en la baja: 0,5% en febrero contra el 1,1% de enero y el 0,7% de febrero del 2012.

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Así, el cálculo anual de inflación también desaceleró hasta el 25% según las consultoras privadas (en enero trepaba a 26%) pero no modificaron los reclamos salariales ni las previsiones de aumentos a los empleados de las empresas. Las expectativas inflacionarias, no obstante, se mantuvieron en 30% anual según los datos de la Universidad Di Tella, mientras que un informe de la consultora Mercer prevé subas salariales del 24 al 26%, según un sondeo entre empresas a partir de los aumentos fuera de convenio, aunque los porcentajes son parecidos a los de los trabajadores encuadrados en gremios. “Un 25% es lo previsto en promedio para este año. Es prematuro decir si el congelamiento cambia algo”, aseguró Javier Tabakman, director de Capital Humano para Hispano América Central y Sur de Mercer.

En ese marco, empresarios, economistas y trabajadores coinciden que lo congelado es sólo una parte del consumo y ponen el foco en todo lo que aumenta: tarifas, transporte y todos los rubros no regulados.

“El Gobierno anunció que el congelamiento probablemente se extienda hasta las elecciones de octubre. La cuenta que hace es simple. Si se logra reducir el ritmo de crecimiento de los precios de alimentos y bebidas al 10% anual, aún cuando el resto de los rubros trepen a una tasa del 30%  (un escenario que no puede descartarse a priori), la inflación del año cerraría en un confortable 24%”, detalló el economista del Banco Ciudad, Luciano Laspina.

En la inflación de febrero impactaron algunas subas estacionales por las vacaciones, las expensas y los ajustes de tarifas de los servicios. En marzo, en tanto, se teme un posible rebote por la canasta escolar y el impacto de la suba de tarifas como la del subte para los porteños, que pasará a costar $3,50 desde el miércoles.

La mayor apuesta del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se ciñe sobre las comisiones de las tarjetas. El recorte esperado, entre 1 y 1,5%, permitiría a los supermercados solventar el congelamiento.

La negociación por las tarjetas, que espera al plazo del jueves próximo que Moreno otorgó a los bancos, no tendría razón de ser, según el titular de la ONG suspendida por Comercio Interior, Consumidores Libres, Héctor Polino.

El sector del comercio en el mes debut de los precios congelados avanzó sólo 0,3% según los datos de la consultora de Orlando J. Ferreres y la actividad económica en general mejoró 0,9% en el segundo mes, impulsada por el sector al que apunta Moreno: la intermediación financiera, que creció 15% interanual y compensó las bajas de la construcción y el campo.