Una postergada reunión bilateral en Santiago de Chile fue escenario ayer para intentar destrabar políticamente un conflicto que para el Gobierno argentino es puramente comercial. Así, mientras LAN apostará por la vía judicial desde el lunes, tras la reunión de ministros de la Argentina y Chile, el canciller Héctor Timerman se mostró confiado en que la aerolínea chilena “seguirá operando” y llegará a una solución negociada con el Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna). El funcionario se reunió con su par chileno, Alfredo Moreno. Para Chile, la cuestión LAN es casi de Estado. La aerolínea era propiedad del presidente Sebastián Piñera, que tuvo que desprenderse de la empresa para avanzar en su carrera política.
La posición del ministro de Hacienda chileno, Felipe Larraín, es un calco de los argumentos de la aerolínea en su deseo de que “el principio de no discriminación de las empresas entre la inversión extranjera y local sea respetado”.
En la misma línea, la Asociación Empresaria Argentina (AEA), que dirige Jaime Campos y está enfrentada con el Gobierno –no fueron invitados, por ejemplo, al diálogo con empresarios y gremios el miércoles pasado en Santa Cruz–, opinó que el emplazamiento a LAN “afecta la previsibilidad, la seguridad jurídica y el respeto a los contratos en la Argentina, por lo cual tendrá un impacto negativo en las inversiones y puede producir la pérdida de gran cantidad de empleos calificados”. Para el Gobierno, en cambio, los contratos vigentes contemplan la posibilidad de solicitar los hangares, mientras que la norma se publicó hace ocho meses, con lo que se dieron plazos para la adecuación.
El I Encuentro de Ministros de Finanzas de la Alianza del Pacífico, del que participó también el ministro de Economía, Hernán Lorenzino –que recibió allí la noticia del fallo de Apelación a favor del fondo buitre NML–, fue el marco para la bilateral de urgencia. “No son problemas entre la Argentina, Brasil o Chile. Es un problema entre una empresa y un órgano de aplicación. Por supuesto que si ambos, los cancilleres de Chile y la Argentina, así como otros miembros del gobierno, desean colaborar, pueden colaborar o se les pide colaborar. Va a haber esa cooperación”, prometió Timerman.
