Luego que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, anunciara no solo que está listo el swap con Argentina por US$ 20.000 millones sino que intervino en el mercado cambiario local con compras de pesos, todavía posan algunas dudas respecto a los alcances y condiciones del rescate financiero. Inmediatamente después de hacer sus anuncios a través de las redes sociales, Bessent brindó una entrevista a Fox News donde aseguró que el presidente Javier Milei “está comprometido a sacar a China de Argentina”. Tal como adelantó PERFIL la semana pasada, este sería uno de los pedidos por parte de Estados Unidos.
El jefe de Gabinete, Guilermo Francos, afirmó el viernes que “no hay motivos para cortar el swap con China”. En diálogo por Radio Rivadavia, Francos afirmó que todavía no vio ningún acuerdo firmado y que solo son “comentarios preliminares” los que aparecieron pero no cree “que una parte del acuerdo sea excluir a China de la Argentina”, dijo Francos. “Puede ser que en algún tema que más le interesa a Estados Unidos tengamos una relación con ellos más próxima, pero en los temas comerciales no tienen nada que ver”, acotó.
Al ampliar su respuesta, Francos afirmó que el acuerdo con Estados Unidos no implica que “corra riesgo” el swap con China que asciende a unos US$ 18.000 millones. El funcionario remarcó: “No, yo entiendo que no, no habría ningún motivo para eso.
Las críticas sobre el salvataje financiero se hicieron eco tanto en Argentina como en Estados Unidos. El economista y exrepresentante del Tesoro estadounidense ante el FMI, Mark Sobel, explicó que si “el Tesoro tomara pesos argentinos directamente en sus libros, sin un compromiso a corto plazo de Argentina de recuperar los pesos y asumir todo el riesgo cambiario, eso también sería un enorme error”.
Respecto a los dichos de Bessent sobre la continuidad, al menos en el corto plazo, del esquema cambiario, Sobel agregó: “Si realmente cree que la banda es pta y está dispuesto a otorgarle dinero estadounidense sobre esa base, está cometiendo un gran error. Debería insistir en que el peso flote”.
En la misma línea, Brad Setser, también exfuncionario del Tesoro de Estados Unidos, expresó: Me sigue sorprendiendo que el Tesoro ( de Estados Unidos) presente su apoyo a Argentina mucho más como una recompensa por las políticas existentes de Milei que como un apoyo de emergencia que le da tiempo a Milei y a su equipo para corregir la debilidad que los llevó a quedarse sin divisas”.
El economista estadounidense Paul Krugman fue más duro y disparó: “Ni siquiera 20.000 millones de dólares en préstamos estadounidenses puedan salvar la fallida estrategia económica de Javier Milei”, disparó en su blog personal.
Krugman, quien ganó el Nobel de Economía en 2008, señaló que a principios de septiembre de 2025 los inversores comenzaron a desprenderse de los activos argentinos al “hacerse evidente que Milei sufriría pérdidas significativas en las próximas elecciones legislativas”, poniendo así en peligro todo su programa. “A pesar de carecer de fundamento económico, estratégico o incluso político, Scott Bessent anunció entonces un rescate de 20.000 millones de dólares para salvar la vida de Milei”, expresó.
También, en la consideración del economista, “la donación de Bessent no solo fue un intento de rescatar a la versión argentina de Elon Musk, sino también a sus colegas de los fondos de cobertura. “Deberían leer el anuncio de Bessent cuando prometió ayuda a Milei. No hay indicios de un plan real para solucionar el problema actual de Argentina. Bessent, exfondo de cobertura, seguramente lo sabe”, añadió Krugman.
Por su parte, Luis Secco, economista de la consultora Perspectiv@as, puso foco en el esquema cambiarios. “Si la ayuda se limita a defender la actual banda de flotación, será un puente caro; si se complementa más adelante con un nuevo programa, puede cambiar por completo las chances de éxito del cambio de régimen económico en marcha”, dijo.
“El tipo de cambio actual está desalineado. Además, todavía subsisten restricciones y controles cambiarios que se traducen en expectativas de transitoriedad de todo el régimen monetario y cambiario. En suma, el respaldo de Washington alienta una tregua financiera, pero no garantiza gobernabilidad ni sostenibilidad: es un salvavidas, no una brújula”, agregó Secco.
La reacción de los mercados. Tras conocerse la ayuda de bessent, los bonos y acciones se dispararon tanto en Wall Street como en la plaza bursátil local. En Nueva York, la deuda trepó hasta 9%.
En el mercado local, el Merval cerró el jueves con una suba del 5,8%. Mientras que las acciones del panel líder fueron impulsadas por los bancos y registraron incrementos de hasta el 16%, como el caso de Supervielle. Los bonos bajo legislación local registraron avances en la mayoría de los títulos: el Global 2041 subió 2,1%, en tanto que el Bonar 2030 un 1,9%.
Los dólares cerraron la rueda del jueves a la baja tras la intervención del Tesoro de Estados Unidos. El tipo de cambio mayorista cotizó a $ 1.420, mientras que el Minorista cerró a $ 1.450.