El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) trabajarán en la determinación de los impactos ambientales de la carne vacuna argentina.
Las exigencias comerciales escalan y presentan nuevos desafíos al sector agropecuario, todo ello en medio de un contexto mundial complejo. La carne vacuna argentina, un producto reconocido a nivel internacional por su prestigio y calidad, busca fortalecer su competitividad y sustentabilidad con datos científicos.
Concretamente, el convenio interinstitucional tiene por objetivo llevar adelante el proyecto “Determinación de impactos ambientales de la carne bovina conforme al sistema de Declaración Ambiental de Producto”.
La iniciativa constituye una experiencia de interacción público-privada que registra pocos antecedentes a nivel internacional y que fue concebida ante la exigencia de los consumidores a nivel mundial de conocer el desempeño ambiental de los productos, en particular, los alimentos.
En esa línea, Juan José Grigera Neón, Rubén Geneyro, presidentes del IPCVA y del INTI, respectivamente, junto a Nacira Muñoz, vicepresidenta del INTA; firmaron un convenio por el que, las entidades que representan, trabajarán en la determinación del impacto ambiental de la carne bovina sin hueso refrigerada y nevada al vacío, en el marco del Análisis de Ciclo de Vida (ACV).
El proyecto
En la iniciativa participarán 28 establecimientos industriales y 84 de producción primaria representativos de todas las regiones productivas de la argentina.
La propuesta técnica a desarrollar contempla la modernización y análisis tanto del sistema productivo primario, como del industrial y de consumo. Incluyendo también la logística y el transporte, comprendiendo el ACV, el ciclo de vida desde la cuna hasta la tumba, para la carne bovina.
La vicepresidenta del INTA, Nacira Muñoz, destacó el aporte técnico y científico del organismo para desarrollar e implementar mejoras en toda la cadena. “Es sumamente importante conocer el estado actual de situación en términos de trazabilidad y del impacto ambiental”.
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“Esta información de diagnóstico permitirá corregir, de ser necesario, las perspectivas” y subrayó: “La corrección y el abordaje siempre es parte de una propuesta de desarrollo e implementación”.
El estudio tendrá una duración de 18 meses y buscará analizar la huella ambiental de la cadena, para lo cual evaluará indicadores para respaldar la sustentabilidad del producto frente a las exigencias del mercado internacional. La solidez científica de la propuesta de investigación y las instituciones que en ella participan, le otorgan importancia estratégica para Argentina.
Relevancia de la iniciativa
Las tres entidades que promueven el proyecto destacaron que, “si bien existen algunas iniciativas privadas que demuestran la aplicación de esta metodología en empresas de distintos países, el estudio resulta inédito a nivel de cadena de valor sectorial”.
El estudio “tiene una importancia estratégica para nuestro país, dado que la posibilidad de contar con información sobre el desempeño ambiental es clave para la construcción de nuevos pilares de competitividad que fortalezcan el prestigio de la carne vacuna argentina en los principales mercados del exterior”, subrayaron.
Asimismo, su relevancia radica en que permitirá fomentar la adopción de “métodos de producción sustentables que satisfagan las crecientes preocupaciones ambientales de los consumidores”, agregaron desde las tres entidades.
SE / LE