Un 53,6% de los hombres y mujeres de negocios que participaron del 61° Coloquio de IDEA confía en que La Libertad Avanza obtendrá más votos en las elecciones de octubre. Así lo reveló una encuesta que realizó PERFIL durante los tres días que se extendió la cumbre empresaria. Pero, pese al dato optimista, también esperan que el dólar sufra una fuerte corrección luego de los comicios legislativos.
En segundo lugar, un 42,9% respondió que Fuerza Patria ganaría la jornada del domingo 26 y sólo un 3,6% eligió la opción “otro”. La expectativa electoral colmó el tradicional encuentro en Mar del Plata y entre coffee breaks, almuerzos y afters de clima relax en bares distribuidos por la ciudad costera, la principal incertidumbre que se repitió en las conversaciones fue cuánta diferencia tendrán la primera y segunda fuerza nacional. Un temor que se generó tras la amplitud de los resultados de la provincia de Buenos Aires, sorpresivos para el establishment criollo.
La repercusión de las urnas en el tipo de cambio está por verse pero, la mayoría de los empresarios ya se imaginan un escenario con un esquema de bandas cambiarias que se amplía (46,4%). Un 32,1% contestó que el rango de no intervención se mantendrá sin cambios, mientras que un 21,4% afirmó que prevé una liberación total de la divisa estadounidense.
El establishment cree que el dólar llegaría a $1.700
Bandas o no, el grueso de los CEOs y gerentes institucionales presentes en el hotel top creen que el dólar tendrá algún salto devaluatorio. El 46,4% de los encuestados que respondieron al cuestionario cerrado que repartió PERFIL en formato físico y virtual cree que el precio a partir de la última semana de octubre se ubicará en un rango de $1.501 y $1.700. Es decir que la moneda podría acelerarse rápido hasta un 15% más desde el escalón actual de alrededor de $1470.

Un 35,7% apuntó a que el gap del dólar decaerá a un valor entre $1.000 y $1.500 y un 17,9% respondió que será de entre $1.701 y $2.000. Ninguno de los encuestados marcó la opción “Más de $2.000”. Si bien el diagnóstico general es que el tipo de cambio está atrasado respecto de otros precios de la economía, no hubo ansiedad por un salto devaluatorio urgente sino más bien la necesidad de “acomodar un poco”, coincidieron las fuentes en off the record.
Optimismo para el 2026 en actividad
En cuánto a la actividad, si bien los sectores de la economía real aseguran sufrir un parate en seco por el desplome del consumo y la volatilidad de las tasas de interés, gran parte de los entrevistados aseveró que su negocio “mejoró” en el último año o “se mantuvo” estable. Ambas opciones obtuvieron un 42,9% del total mientras que el 14,3% restante contestó que sus números “empeoraron”. La dinámica que se reitera es la de empresas que tuvieron fuertes caídas durante el 2024 y en 2025 lograron alguna recuperación o frenar el desplome. “Estamos en cero respecto del año pasado, pero partiendo de un piso de menos 20 puntos. Sólo queda subir”, ejemplificó una directiva de una compañía de consumo masivo.
Para el 2026, la expectativa es muy optimista. Un 71,4% de los representantes de firmas confió en que su empresa “mejorará” mientras que un 28,6% estima que su negocio se sostendrá en los niveles actuales. La opción “empeorará” obtuvo cero respuestas. El condicionante que trasciende a los sectores es las reformas estructurales que, quieren, el Ejecutivo pase por el Congreso, aunque para eso esperan a ver cómo queda conformado el Palacio Legislativo.

Ni EE.UU. ni China
Por último, PERFIL consultó acerca de la preferencia del vínculo con Estados Unidos y con China en el contexto de la guerra por la hegemonía comercial que mantienen ambas potencias mundiales y por la que Argentina hoy es protagonista de la estrategia geopolítica de Donald Trump, que busca forzar vínculos con mandatarios afines como lo es Javier Milei.
Sin embargo, la tendencia del sector privada es muy marcada. Un 64,3% afirmó que nuestro país debería continuar estrechando lazos con ambas naciones. “Con todas, Argentina tiene que ser global. Nosotros exportamos a 70 países, la clave está en la competitividad”, comentó un empresario de la tecnología cuando terminó de marcar con una lapicera en el hall del hotel de lujo.
Entre quienes eligieron por un gigante u otro, un 28,6% privilegiaron las conexiones con EE.UU. y sólo un 7,1% con el país que gestiona Xi Xinping. El establishment respalda el alineamiento del oficialismo con Washington, en función de la necesidad de "fomentar la confianza" para generar condiciones de inversión. Aunque, durante el Coloquio no dejaron de lado la competencia con Beijing con paneles sobre las características del gigante asiático como superpotencia, el revisionismo ruso y la implosión del orden liberal y la crisis del modelo de democracia occidental.
AM / ds