Tradicionalmente, el consumidor argentino prefería los chacinados cuando elegía productos porcinos y relegaba casi a cero el consumo de carne fresca de cerdo. Sin embargo, luego de más de una década de trabajo entre las asociaciones de productores, así como un fuerte desarrollo genético, se logró que Argentina duplicara el consumo de cerdo entre 2010 y 2020, pasando de 8 a 16 kilos por habitante/ año.
A nivel de la producción también se duplicó con creces su producción en los últimos diez años e incluso se la multiplicó por cinco en los últimos 20 años.
Esto llevó a que sólo en los últimos cinco años los argentinos incrementaran un 20% el consumo per cápita de este tipo de carnes, lo que representa una adición de casi tres kilogramos de carne de cerdo anuales por cada habitante.
Crece el consumo de carne, y también el precio del asado
Los datos corresponden a un trabajo realizado este año en junio pasado por la Bolsa de Rosario, donde se da cuenta que en el primer cuatrimestre de este año se faenaron 2,56 millones de cabezas de porcinos, alcanzando una producción cercana a 240 mil toneladas de carne. “Esto se ubica ya un 7% por encima del mismo período de 2022 y marca un máximo histórico para un primer cuatrimestre de año”, indicaba el informe.
Javier Treboux y Emilce Terré, que firman el trabajo, explican que el sector de la producción porcina en el país continúa exhibiendo una gran dinámica, con un crecimiento ininterrumpido. Principalmente apuntalada por la rápida adopción de la carne de cerdo dentro de los hábitos alimenticios de los argentinos.
Así vemos cada vez con mayor frecuencia carne porcina en las góndolas de los supermercados e incluso en algunas zonas, proliferan las carnicerías donde sólo se vende carne porcina.
El caso es que, más allá del crecimiento productivo, en 2022 Argentina debió recurrir principalmente a Brasil para atender sus consumos, cerrando con un déficit comercial de US$ 100 millones. No obstante 2023 parece que presenta mejores perspectivas que el año pasado en este aspecto,
¿Sabés de qué parte del porcino viene cada corte?
BONDIOLA. Ligeramente veteada, la bondiola es más conocida como fiambre, en apariencia similar al jamón crudo. Cocción. Asado a la parrilla, al horno y en estofado.
CARRE. Es el corte de cerdo más difundido en los hogares argentinos. Cocción. A la parrilla, salteado, braseado, guisado o al horno.
CODILLO. Corte ubicado entre las manitos y la paleta. De textura firme y recubierta con piel. Cocción. Estofado y hervido.
MANITOS y PATITAS. La cantidad de carne no es abundante pero si especialmente sabrosa. Cubierta con piel y produce mucha gelatina. Cocción. Hervido y estofado.
SOLOMILLO. Carne húmeda, rosada y con poca grasa. Es el corte más tierno. Cocción. Asado a la parrilla, salteado y de cocción rápida.
TOCINO. Grasa firme, utilizada generalmente para la elaboración de fiambres y embutidos.
JAMÓN. Son las patas traseras del cerdo. Se puede comer como corte de carne con variadísimas recetas. Cocción. Horneada (jamón entero), a la parrilla (chuletas) y a la plancha (chuletas).
JAMÓN POR PARTES. Dentro del jamón hay 5 cortes: bola de lomo, cuadrada, cuadril, nalga y peceto. Ideales para milanesas y escalopes. Cocción. Guisado, asado a la plancha y frito.
Campeones del mundo: Argentina sigue siendo el principal consumidor de carne
PALETA. Son las patas delanteras del cerdo. La chuleta de paleta es ideal para horno o plancha. Cocción. Guisado, estofado y hervido.
PANCETA. Muy utilizada como agregado a diferentes platos, guisos, etc. Como fiambre se la conoce como panceta ahumada. Cocción. Asado a la parrilla y al horno.
COSTILLAR. También llamado ribb´s, ideal para ser preparado entero sobre la parrilla. Cocción. A la parrilla y al horno.
MANTA PARRILLERA. Corte de carne sin hueso. Cocción. Asado a la parrilla y al horno.
PECHITO. Se obtiene de la zona de la panceta. Cocción. A la parrilla o al horno.
MATAMBRITO. De cocción rápida y muy sabroso. Cocción. Asado a la parrilla, horneado y guisado.
CHURRASQUITO. Corte ideal para parrilla. Es de mayor grosor que el matambrito. Cocción. Asado a la parrilla, horneado y guisado.
De forma práctica, utilizando toda la variedad de cortes del cerdo y diversos métodos de cocción, se obtienen platos sabrosos y con un alto valor alimenticio por ser la carne de cerdo un alimento magro, rico en hierro y vitaminas y sin exceso de calorías.
Fuente: SuperCAMPO, La mejor revista sobre la tierra.
LR CP