Días atrás, el Banco Mundial aprobó el programa “Mejora de la inclusión en la educación secundaria y superior”, que será financiado por un préstamo de US$341 millones. El objetivo: apoyar iniciativas que apuntan a reducir las tasas de deserción y fortalecer los sistemas de evaluación.
Unos dos millones de alumnos de todo el país se beneficiarán con este programa que busca avanzar con las políticas de inclusión y de permanencia en la escuela. En el marco de la Agenda 2030 de la Argentina y los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, el financiamiento aprobado se destinará a la continuidad y la ampliación de líneas del gobierno nacional vinculadas con el fortalecimiento de la educación y el apoyo de los estudiantes más vulnerables en sus trayectorias educativas.
El proyecto “Mejora de la inclusión en la educación secundaria y superior” apoya específicamente tres estrategias: las Becas Progresar, el programa Asistiré y las pruebas Aprender. La primera busca que estudiantes vulnerables completen la educación básica y accedan a estudios superiores. Asistiré, en tanto, apoya a alumnos secundarios de todo el país para prevenir la deserción escolar. Por su parte, las pruebas estandarizadas Aprender permiten medir la calidad de la educación a través del tiempo, compartir los resultados con la comunidad educativa e implementar estrategias de mejora.
Cabe destacar que la aprobación del financiamiento es resultado del trabajo coordinado a nivel interministerial por la Subsecretaría de Relaciones Financieras Internacionales del Ministerio de Hacienda, la Secretaría de Gestión Educativa y la Subsecretaría de Coordinación Administrativa del Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología, y el equipo técnico del Banco Mundial. A la hora de explicar los motivos del financiamiento, todas estas áreas reconocen la importancia de implementar programas de estímulos en materia educativa como motor de innovación en el campo de la política social latinoamericana.
