"Para mí es una emoción muy grande porque nunca pensé llegar hasta acá. Me doy cuenta de que todo se puede". Paula Benítez tiene 21 años y es la segunda en su familia en finalizar la escuela secundaria. Es integrante de la comunidad Mbya-guaraní Yeyí, El Soberbio (Misiones), donde además de estudiar, pudo celebrar su acto de egreso juntos a sus 42 compañeros y compañeras en el Parque del Conocimiento, en Posadas.
Es que la Secundaria Rural Mediada por Tecnologías, fue diseñada por UNICEF para que adolescentes de zonas alejadas pudiesen acceder a su derecho a completar sus estudios sin abandonar sus comunidades. “Yo primero estudiaba en el pueblo. Teníamos que viajar mucho, estábamos a unos 63 kilómetros. Íbamos en colectivo a la madrugada, nos quedábamos una semana y ahí recién volvíamos”, explicó Paula. La clave, ahora, son las tecnologías que acortan las distancias entre estudiantes y el cuerpo docente.
"Fue un avance que esto entre a la aldea. A mí ¡me encantó! Tenía ganas de terminar la secundaria". Manuel Sosa (27) aprovechaba las mañanas para trabajar y la tarde para continuar sus estudios; es el primero en su familia en obtener un título secundario. “Estar frente a Internet y a la computadora que teníamos en la escuela fue muy útil para nosotros. Fue algo totalmente nuevo que aprendimos a usar. Me gustó todo”.
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Las Secundarias Mediadas por Tecnologías (SRTIC) es un proyecto que UNICEF impulsa desde el 2012. Además de acercar la escuela a parajes rurales alejados, el objetivo es que las y los jóvenes desarrollen habilidades digitales, herramientas clave en la era digital. Por ejemplo, Regina Ramírez (19), de la comunidad Tamanduá, aprendió a escribir en computadora y usar el Power Point. “Se complicó un poco, pero lo aprendí. También, a conseguir información sin tener que buscar libros. Fue todo muy genial".
La sede central está ubicada en Posadas. Las y los docentes asisten todos los días y planifican las clases; las y los estudiantes acceden a ellas a través de una plataforma educativa incorporada a las computadoras ubicadas en las sedes de sus comunidades, adonde concurren cotidianamente. Los grupos, que pueden ser de distintas edades y y de diferentes años del nivel secundario, “están acompañados por un tutor y, en la mayoría, que tienen alumnos de las comunidades, acompañan también los auxiliares docentes indígenas. No están solos. Tienen el acompañamiento permanente de los tutores”, explica Laura Vera (50), coordinadora general de la sede central de Posadas. Y sostiene que, además de compartir con sus pares y fomentar la solidaridad, este sistema les permite a las chicas y los chicos incorporar la autogestión de sus aprendizajes.
UNICEF coopera con el gobierno de Misiones para llevar adelante las Secundarias Rurales Mediadas por Tecnologías: brinda equipamiento tecnológico y didáctico, asistencia técnica y acompañamiento pedagógico a los y las docentes y auxiliares de la central en Posadas y de las comunidades; realiza el monitoreo y relevamiento de información sobre distintos aspectos de las escuelas y articula con organismos públicos, privados y de la sociedad civil para fortalecer este modelo educativo.
Los últimos dos años fueron atípicos por la pandemia y ver el encuentro de estudiantes y docentes en un acto de egreso es una celebración emotiva. “Estuvimos visitando las sedes junto a los referentes que trabajan par a par en la Escuela, así los pude ver [a las chicas y los chicos]; pero ahora va a ser un encuentro más exclusivo”, revela Laura.
Además de la de Posadas, existen otras 10 Secundarias Mediadas por TIC que llegan a 120 parajes rurales en Chaco, Jujuy, Tucumán, Salta y Santiago del Estero, a la que asisten más de 2.000 estudiantes. Actualmente 850 egresados y egresadas ya han completado sus estudios gracias a esta modalidad.
Consultado por su futuro, Javier Aquino (20) de la sede Alecrín (San Pedro), fanático del fútbol y mejor promedio de la camada, confesó: “Los sueños a veces no se cumplen, pero espero que mi sueño salga: sueño con ser profesor de Educación Física”. Por eso alienta a los más chicas y chicos a que se acerquen a las secundarias rurales mediadas por tecnologías. “Es lo mejor para el estudio”.
“Yo les doy el mensaje de que sigan estudiando, que se superen día a día, que continúen con una carrera universitaria o terciaria que les garantice un mejor nivel de vida y que sigan siendo buenas personas y buenos ciudadanos, fundamentalmente”, concluyó Laura.