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Generación Z: ¿Cómo ven el mundo los centennials?

Se acerca una nueva contienda electoral y el 22% del padrón está reservado para un grupo de jóvenes con una novedosa visión del mundo. Poder, sexualidad y política son algunas de las claves para comprender cuáles son los desafíos y las preocupaciones de los menores de 25 años.

generacion z 04/08/19
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Cada generación merece no ser tomada a la ligera. El mundo está en constante transformación, pero lo que lo mueve no son (solo) los fenómenos naturales, sino el dinamismo social. Alain Touraine, afamado sociólogo francés, acuñaba en Un nuevo paradigma para comprender el mundo de hoy la necesidad de repensar nuestro entorno social contemporáneo a partir de nuevas categorías.

Si bien son numerosos los aportes de Touraine, uno de ellos es el de rechazar, por volverse obsoletos, el paradigma político que surgió tras la Revolución Francesa y la formación de los Estados nacionales, y el paradigma económico que emergió al calor de la Revolución Industrial. Según él, el nuevo paradigma, es decir, el marco conceptual con el que comprendemos, es el cultural, ya que a partir de identificar a nuevos actores, prácticas, conflictos y representaciones del yo se puede interpretar mejor a la sociedad.

Uno de estos actores centrales en nuestros días son los centennials, también llamados Generación Z, aquellos que nacieron entre mediados de 1994 y 2010 y hoy tienen entre 9 y 25 años de edad. Si bien su relevancia en el escenario público aumenta con el paso de los años, actualmente representan el 22% del padrón en condiciones de votar. Su visión de la política y sus relaciones sociales dan cuenta de una sociedad en plena transformación.

¿Qué determina a una generación?

El célebre sociólogo inglés Anthony Giddens es reconocido, entre otros aportes, por su labor intelectual a la hora de descartar la determinación de la estructura -el “sistema”- al actor, o el actor a la estructura. Su propuesta teórica, conocida como teoría de la estructuración, daba cuenta de un movimiento condicionante de uno hacia otro: la realidad es dinámica y todos los elementos se alteran entre sí. Las leyes modifican a las personas, pero las personas modifican las leyes, no importa quién fue primero.

En los últimos diez años, Argentina experimentó una serie de transformaciones que dieron cuenta de este dinamismo. Leyes como matrimonio igualitario (2010), identidad de género (2012), cupo laboral trans (2015), paridad de género (2017), debate de la interrupción voluntaria del embarazo (2018), entre otras, están dando cuenta de una nueva sociedad. Si no leyéramos noticias del extranjero, nos apresuraríamos a circunscribir estos fenómenos a nuestro país, pero lo cierto es que la globalización teje sus redes en todas las latitudes.

En este contexto de nuevos debates y vertiginosas transformaciones sociales, los centennials -como grupo etario con características comunes hacia adentro y diferenciados de otros grupos como los millennials- comienzan a ocupar el centro de la escena pública. Recientemente, la encuestadora Ipsos publicó un informe a partir del cual establece una serie de rasgos identitarios de este grupo que comprende a más de 6 millones de argentinos (https://www.ipsos.com/es-ar/gen-z-hacia-una-politica-de-la-sensibilidad).

El estudio consistió en una etapa cualitativa con jóvenes de AMBA y de dos encuestas realizadas a nivel nacional entre los meses de febrero y marzo sobre un total de 1500 casos. Entre los principales hallazgos de Ipsos, está que los centennials se caracterizan como la generación en donde el otro importa y no les da lo mismo que sea tratado bien o mal.  Al preguntarles cuál debería ser el atributo más importante que debería tener el próximo presidente, los jóvenes entre 18 y 24 años señalan “la preocupación por la situación de los pobres”. Esta preocupación es del 37% para el total de la población, pero para la Generación Z es del 49% y, como señala el informe de Ipsos, los centennials consideran  que “la solución es para todos o no es para ninguno”.

La preocupación por el otro no solo se limita para quienes pasan necesidades básicas, sino que se extiende al conjunto de la sociedad. Mientras que el 66% de los argentinos está de acuerdo con la frase “considero que alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres es importante”, en los jóvenes menores de 35 años esto aumenta al 73%.

La política en la era centennials: sensibilidad, autenticidad y lo colectivo

Al ser hijos e hijas de una época de descreimiento de la política, los centennials desconfían de la capacidad que los políticos y las instituciones tradicionales tienen para transformar la realidad. Al preguntarles sobre los principales atributos que el candidato a presidente debería tener, el 43% señala la honestidad. La mentira no tiene lugar para ellos, aunque son tolerantes a que el otro reconozca un error o cambie de opinión. Sin embargo, el panorama para la política tradicional es desalentador: el 46% de los jóvenes entre 18 y 24 años afirma que nunca va a sentir simpatía por ningún partido político.

El desencuentro de los argentinos respecto a la política no es nuevo. Según los sondeos que Ipsos realizada desde mediados de la década de 1980, la frase “nunca va a sentir simpatía por ningún partido político” pasó del 7% en 1984 al 43% en 2018.

No obstante, el problema no es la política, sino los políticos. Los centennials perciben que estos ponen sus intereses personales por encima del bien común y, lejos de esto, para esta joven generación la política es de causas tales como la igualdad de género, el respeto por la diversidad, la equidad social y la protección del medio ambiente. En definitiva, y como señala Ulrich Beck en ¿Qué es la globalización?, la sociedad actual se mueve por causas globales.

Está claro que política sigue siendo sinónimo de disputa, sobre todo en términos de “micropolítica”, es decir, en la cotidianeidad, pero lo novedoso de los centennials son los valores que ellos y ellas disputan. Como señala el informe de Ipsos, la Generación Z le escapa a las definiciones cerradas y a lo binario. Las identidades son móviles y siempre se puede elegir. Esto no solo se puede notar en la manera en la cual esta generación concibe y practica la sexualidad, sino también en cómo lo implementa en términos políticos. Así, la grieta, o el clásico planteo en términos de amigo/enemigo de Carl Schmitt, son plausibles de tambalear ante una nueva lógica política.

Por último, la investigación de Ipsos arroja claridad sobre la política ideal de esta generación. Está claro que para ellos un liderazgo femenino es imprescindible, sobre todo si es una mujer joven capaz de romper con la brecha generacional de la política. Su formación no da igual: la afinidad de los centennials esta con quien tenga una visión social, por ejemplo, una profesional ligada a las ciencias sociales, pero sobre todo que “se haya hecho de abajo”, lo que significa que estiman el esfuerzo y la trayectoria.

Si en algo coinciden los analistas políticos es que la actual contienda no se definirá por grandes números. En búsqueda de nuevos puentes comunicacionales con el electorado, los equipos de campaña prestan atención a segmentos como la Generación Z, un grupo etario tan ajeno a sus prácticas políticas tradicionales, como imprescindibles para concebir un triunfo en las urnas.

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*Politólogo y docente (UBA) @leandro_bruni