Un tiempo para pensar la educación

Una de las características más importantes del sistema educativo argentino es su composición federal. Todas las mañanas, en cada rincón de las 24 jurisdicciones del país, millones de niños concurren a las más de 40 mil escuelas existentes. Si bien es cierto que las políticas educativas nacionales son fundamentales, sobre todo las tendientes a reducir desigualdades y garantizar contenidos comunes por cada nivel de estudios, también lo es el valor de la diversidad y de las particularidades de cada una de las regiones. En cada provincia o municipio, existen potencialidades locales, que lejos de diluirse, deben reconocerse.

La semana pasada el norte argentino, más precisamente la provincia de Formosa, fue epicentro de debates en torno a la cuestión educativa. Durante las tres jornadas en las que se desarrolló el IV Congreso Pedagógico Provincial “De la Emoción a la Razón”, unos 18 mil docentes, profesionales y referentes educativos del ámbito público y privado, participaron de manera gratuita de las exposiciones sobre los temas actuales de la educación.

Voces de expositores internacionales, nacionales y provinciales, y de quienes conducen diariamente los procesos de enseñanza y aprendizaje, compartieron sus experiencias pedagógicas. La agenda de problemáticas, desafíos y oportunidades elegidas para tratar durante su desarrollo transitaron desde la enseñanza de la historia hasta la educación alimentaria, la educación emocional, la neurociencia, la educación digital y la educación sexual integral (ESI). Un espectro que traduce la realidad del sistema educativo actual, atravesado tanto por la custodia de lo mejor de su tradición como por los desafíos actuales que exigen integrar los nuevos debates sociales y las nuevas tecnologías.

Algunos de los expositores que participaron de los encuentros, que tuvieron lugar en el Estadio Cincuentenario, fueron Soledad Barruti, Patricia Aguirre, Mirta Marina, Lucas Malaisi, Marilina Rotger y miembros del Instituto Pedagógico Provincial “Justicia Social”. En paralelo, se desarrollaron más de cien talleres, paneles y ponencias en las diferentes subsedes divididas por niveles y modalidades.

Al concluir el Congreso, el ministro de Educación anfitrión, Alberto Zorrilla, señaló la importancia de convocar este tipo de encuentros: “Estamos generando las oportunidades de ejercer derechos, y la educación es un derecho fundamental de los pueblos que se complementa con el derecho a la alimentación, a la salud, a la vivienda, a la propiedad de la tierra y al trabajo digno. Todos ellos construyen la justicia social y nada de eso se puede hacer sin la educación, sin esta herramienta fantástica que es la de formar personas”.