Hay amistades que pueden atentar sin proponerselo. Walter Veltroni tiene una extensa carrera política en Roma, donde fue concejal con la “casaca” del Partido Comunista, luego diputado nacional, funcionario en la época de Prodi y alcalde de la capital italiana, y finalmente líder del Partido Democrático. De paso por Buenos Aires presentó su libro Sin Patricio, en el que relata cinco hipótesis o historias surgidas de un grafiti porteño: “Patricio, te amo. Papá”. Y sorprende que en la edición original (la italiana, de 2004), hay una lista de agradecimientos que la edición argentina omite: en ella se menciona a Aníbal Ibarra, “amigo y alcalde de Buenos Aires, que un día me acompañó en una vuelta a través de la ciudad. Esa pared apareció de pronto, mientras nos dirigíamos...”. Para evitar que el “fantasma Cromañón” se cuele en la venta de ejemplares y abra una grieta innecesaria, esa amistad entre ambos políticos quedará sólo para encuentros privados.
Un pasado en común. No sólo de encuestas y panoramas electorales vive el hombre; también de recuerdos estudiantiles. Luego de analizar los escenarios de cierre de listas en el último seminario del politólogo Juan Manuel Sabaris, el tema del manejo de redes y el caso de Natacha Jaitt-Diego Latorre no podía faltar. De políticos hipercuidadosos a otros no tanto con sus celulares, usó esa situación para explicar los riesgos de un chat indebido. Por casualidad, dicho consultor y el hoy respetado comentarista deportivo son ex alumnos del Colegio Claret de Buenos Aires y las bromas religiosas y futbolísticas no se hicieron esperar. Pero lo más festejado fue otra “leyenda” que se contaba en el solar educativo sobre otro ex alumno, Carlos Grosso. A mediados de los 80 y en pleno ascenso de su carrera política, el ex intendente porteño participó de la inauguración de una serie de reformas en el colegio y dejó una promesa: si llegaba a ser presidente, colaboraría con el observatorio que estaba en construcción, con telescopio incluido. Grosso no llegó a presidente, el observatorio nunca se terminó, pero sí mantuvo su estructura para terminar albergando una capilla. Y aunque ahora el ex político está muy cerca de Macri, en el colegio hay milagros por los que prefieren no implorar.
Intriga en la rosada. Primero se sorprendió, luego activó pesquisa funcionario de alto rango al enterarse de que se está auditando su imagen como (ex) empresario y como “político” en encuesta que él no encargó.
Pasado pisado. Tres palabras utilizó Alfonso Prat-Gay para definir la etapa que “los argentinos dejaron atrás en diciembre de 2015”: robo, facilismo, maquillismo. Luego no profundizó en el pasado ni para proponer mirar al futuro y no contradecir otro postulado que también expresó en la jornada que esta semana lo tuvo como orador en la Universidad Austral: “No me meto en las estrategias electorales, pero llevamos tanto hablando de lo que pasó, ¿por qué no nos arremangamos y hablamos de lo que queremos que pase?”. A su lado, atento, escuchó Ricardo Buryaile, quien evitó referencias al kirchnerismo, y en medio de algunas frases remanidas como “nuestro enemigo es la pobreza” o “Argentina es una tierra de oportunidades” también habló de estrategias que lleva adelante su área Y tuvo un momento de sinceramiento al decir: “¿Estamos bien donde estamos hoy? Definitivamente no. Pero sí transitamos un camino de normalización, iniciando los primeros pasos”.
Jornada ‘om’ en el CCK. Quizá fue el yoga lo que lo ayudó a manejar cierta tensión cuando su nombre se vio mencionado en un affaire mediático. Pero si así fue, no lo dio como ejemplo. En el marco de la jornada de yoga que se hizo en el CCK, Andy Freire integró un panel acerca de cómo mejorar la calidad de vida en el trabajo. Y lo hizo junto a Analía Maselis, gerenta de RRHH de YPF, y Santiago Ardissone, presidente del Banco Columbia. Y aunque ese día no estaba seguro de su candidatura a primer legislador, alguna técnica de respiración se habrá llevado para aplicar en campaña.
