Extraña expectativa por los regresos a la quinta de olivos.
El verano no solo vació la Casa Rosada. También dejó en desuso, desde hace varias semanas, la cancha de fútbol de la residencia de Olivos, donde muchos funcionarios nacionales y provinciales solían jugar un picadito los miércoles por la noche, con asado y whisky incluidos pospartido. Por eso, entre los pocos funcionarios que se encuentran en Buenos Aires y los muchos que combinan tareas y descanso veraniego, circularon consultas en formato de WhatsApp respecto a cuándo volvería el fútbol de Olivos. Es que no solo hay que esperar el regreso de Mauricio Macri de Villa La Angostura, lo que se estaría dando este domingo 14 (nunca se sabe), sino que pocos días después el Presidente parte hacia Moscú y Davos, como parte de su gira internacional iniciática de 2018. El organizador de los partidos y principal fuente de consulta para el regreso futbolístico es el vocero presidencial Iván Pavlovksy, quien además fue objeto de cargadas por aparecer fotografiado en selectos eventos de Punta del Este, vestido íntegramente de blanco y todo. Pavlovsky, que aguantó estoico los comentarios irónicos y que formará parte de la comitiva presidencial viajera, ya había alertado de la suspensión momentánea de los “picaditos”, lo cual genera la abstinencia de muchos que se tomarán vacaciones bien entrado el 2018. “La cancha está, el césped sigue impecable y nadie lo usa”, se quejaba un dirigente del PRO en los pasillos del primer piso de Balcarce 50, a quien le resulta lógica la inversión de cerca de un millón y medio de pesos para comprar nuevos carritos de golf de Olivos y mantener los viejos, según reveló este diario: “Es un medio de transporte para el personal de la Residencia”, argumentó. Volviendo a las cuestiones deportivas, hay que decir que igualmente Macri no se alejó de las canchas: en La Angostura dio buenos pases en la cancha de 11 del complejo Cumelén. Eso sí, con movimientos algo reducidos para no dañar su rodilla, aún en recuperación.
Selfie calurosa.
Apurados por la obligatoriedad de la Verificación Técnica Vehicular, miles de conductores colapsaron los talleres oficiales de revisión. En uno de ellos, en Barracas, la fila de automóviles comenzó a demorarse más de lo habitual y recalentaba aún peor la sensación térmica del galpón, que superaba los 40º C. Es que los operarios empezaron a sacarse selfies con Daniel Passarella, el ex jugador, DT y presidente de River que bajó de su camioneta importada para disfrutar de su momento estelar. El resto podía esperar un poco.
La que te perdiste.
En medio de eventos, brindis y algunos mensajes telefónicos, algunos funcionarios no perdieron la gimnasia de intercambiar chismes internos. Uno de ellos tuvo de protagonista al jefe de la Agencia Federal de Inteligencia (ex SIDE), Gustavo Arribas. Sucede que el amigo de Mauricio Macri se desempeñaba, antes de su empleo público, como mánager de futbolistas. Días atrás se cerró el pase de un ex representado, el brasileño Philippe Coutinho, al Barcelona de Lionel Messi, por la friolera de 190 millones de dólares. Así es que se comentaba que Arribas se perdió una comisión no inferior a los 10 millones de dólares. La función pública, un sacerdocio.
Primo candidato.
Tranquilos, todos: no se trata del primo presidencial Jorge Macri, intendente de Vicente López y con eternas aspiraciones de ir siempre a más. Aquí se trata de alguien menos conocido en el macrismo, aunque con un parentesco acaso más seductor para los solteros del oficialismo. Martín Ardohain, dirigente del PRO en La Pampa y primo de la modelo Pampita, pasó esta semana por la Casa Rosada para una serie de reuniones políticas. Claro, si bien su relación con la bella modelo es muy lejana, muchos asesores se salían de la vaina por consultarle sobre el futuro de su prima con Juan “Pico” Mónaco, del que se acaba de separar. Sin embargo, prefirieron no meterse en cuestiones familiares: el objetivo de ganar la gobernación de La Pampa en 2019 sigue siendo una idea firme en la cúpula del macrismo, más que el futuro de Pampita.