Conciencia 2017: cena con politicos y recaudación record. Nueve millones de pesos es lo que recaudó Conciencia en su cena anual. Y si bien es alentador para los organizadores exhibir el poder de convocatoria, mucho más lo es superar lo conseguido el año precedente. Y eso se logró. Después quizá algunos pocos,o no, recordarán algo de lo que dijo en su discurso la única oradora política invitada a subir al escenario, María Eugenia Vidal. Generalidades alrededor del leit motiv de la comida, la educación, es decir, un talón de Aquiles para ella que aún no logra sellar un acuerdo con los docentes. Y por supuesto para cerrar no faltó un ejemplo que le sucedió durante una recorrida, en este caso, a una cárcel. El otro orador invitado fue Juan José Campanella pero era en las mesas centrales donde se daban interesantes conversaciones entre funcionarios de gobierno, empresarios, y periodistas. De hecho esa noche fue que un periodista de Télam logró que un ministro le dijera que Facundo Manes sería finalmente candidato en las elecciones de octubre.
Preocupacion capilar. Nadie puede decir que ser CEO es más fácil que ser funcionario público de alto rango. Problemas diarios a resolver los tienen quienes se ubican en ambos tipos de escritorios. Y en una economía como la argentina, donde los brotes verdes se demoran más de lo declamado incluso por el tirador de títulos felices Nicolás Dujovne, los que pasaron del ámbito privado al público todavía están adaptándose a la dinámica del cargo, algo que genera estrés. Y hay un funcionario de la mesa chica de Balcarce 50 al que dicho estrés lo está afectando de manera directa. Por eso, él no sólo está preocupado por que florezcan los brotes verdes, sino por que los folículos pilosos no lo “traicionen”. Es decir, no conviertan en inexistente su rala cabellera, que, por cierto, se rasuró para que no se note la lenta caída de cabello.
Paso, si; paso, no. En una de las mesas que algunos kirchneristas arman en ese espacio entre el Congreso e Instituto Patria, el nombre Florencio Randazzo movió estos días al siguiente planteo. Para ellos, él tiene una segunda oportunidad de construir en conjunto –algo a lo que se negó en 2015– y no dejarse llevar por las voces que piden PASO sí o sí. Ahora, dicen, puede demostrar que quiere construir una “lista amplia y competitiva”. Hay dos nombres de peso –un término que en el peronismo puede variar según algunos ánimos– que están trabajando para eso y lo dicen ahora que se conoció la postura de Cristina Kirchner.
Multa judicial. La no respuesta de una funcionaria porteña a una información pedida por el diputado Patricio del Corro, congresales de UTE y centenares de padres, fue multada por la jueza Elena Liberatori. En noviembre de 2016 estas personas le pidieron a la ministra de Educación porteña Sol Acuña información sobre cuántos chicos habían pedido inscribirse y cuántas vacantes tenían disponibles las escuelas junto con un amparo para que se construyan las escuelas necesarias para que esto no suceda.
Todo queda en familia. Martiniano Molina va por más... más inclusión de su familia en cargos públicos en su universo quilmeño. Desde que asumió como intendente, ya tiene ubicados con cargos a su padre, a la mujer de su padre, a su hermano y para las elecciones de octubre quiere incluir en la lista del PRO como primera concejal de Quilmes a su mujer Ileana Luetic. En caso de no conseguir eso, su intención es que la incluyan en la lista de candidatos a diputados.
Sushis en Berlin. Tras el ruidoso y desprolijo derrotero que finalmente condujo a la salida del cargo de director artístico del Colón, Darío Lopérfido logró que el Gobierno lo designara como “representante especial para la promoción de la cultura argentina’’ en Berlín, ciudad donde hace unos días estuvo de gira Rodríguez Larreta, con su mujer Bárbara y una minicomitiva PRO y “lilitos”. Pero allí también tiene su base de negocios –y su familia– un gran amigo de Lopérfido, Antonio de la Rúa, otrora ex líder del Grupo Sushi.
