Máxima manejó un camión y experimentó así lo que es conducir un vehículo de alto porte. Así, como una Barbie de tamaño natural –y de carne y hueso, por supuesto–, la argentina sumó una foto al álbum extendido de personajes que por su rango, protagoniza.
Así, en una visita a una escuela de manejo, ese álbum tiene ahora una nueva figurita: Máxima camionera. Una foto que, sin duda, haría sonreír a los sindicalistas argentinos Hugo y Pablo Moyano.
Organizada por un instituto de transporte y logística, la monarca de Países Bajos conversó en ese lugar con mujeres en las diferentes etapas de sus carreras como camioneras, saber por qué eligen esa profesión y cómo la viven. El tema de la visita era “Por más mujeres en el sector”; léase, por más mujeres camioneras.
Alexia, la segunda hija de Máxima, irá a un colegio donde cursará con seis alumnos argentinos.
Según el comunicado oficial que la Casa Real emitió sobre esta visita, también Máxima recibió una breve introducción al sector de transporte y logística. Allí le explicaron sobre la escasez de conductores existente, en parte a los prejuicios que hay sobre la profesión de camionero.
Y que para contratar conductores, los empleadores ofrecen cada vez más la opción de trabajar a tiempo parcial o en horarios de trabajo ajustados. Lo bueno y positivo que camioneros y camioneras destacan de esa profesión son la libertad y la independencia.
El cierre de esa actividad oficial fue con Máxima al volante de un camión, acompañada por una instructora de manejo. Obviamente lo manejó por un trayecto corto y dentro del predio de la escuela. Y lo hizo con solamente un pie calzado –el otro "desnudo"–, algo que fuera de ese circuito sería motivo de una multa.
En Argentina también está prohibido conducir así. En Países Bajos, para manejar un camión como el que Máxima condujo se necesita tener lo que se llama una licencia C. Ese carnet sirve para los vehículos que pueden llevar una carga de 3500 kilos.
EI/FF