México celebró los 204 años de su independencia en Buenos Aires. Desde temprano, se percibía un clima especial en la casona de la calle Arcos, en Belgrano, residencia privada del embajador mexicano en Argentina. Aunque el aniversario de la independencia de ese país no terminaba en cero o cinco –se celebraban los 204 años–, Fernando Castro Trenti quería un gran festejo. Y los que asistieron coincidieron en que lo logró. Una vez que se atravesaba el comedor principal donde el diplomático saludó a cada uno de los invitados, se ingresaba al jardín ambientado con accesorios mexicanos, guirnaldas con los tonos patrios y mesas decoradas, donde se destacaron los colores fucsia y azul. En los extremos se ubicaron puestos con tacos de carne y al pastor, quesadillas, ceviche, tortas de pavo adobado y una amplia mesa de dulces mexicanos con mazapán, tamarindo, dulce de leche, obleas y palanquetas. Y por supuesto hubo escenario con mariachis: la banda Sol Azteca tocó clásicos del cancionero popular mexicano como El rey, Cielito lindo, Mátala, o La media vuelta, entre otros. La sorpresa musical fue la presencia de Rafael Basurto Lara, la voz del famoso trío Los Panchos, desde 1993. En ese mismo escenario y una vez que todos los invitados se ubicaron hubieran ya recorrido las islas gastronómicas y tomado algunas margaritas, un eufórico Trenti –acompañado de su mujer Isis Peralta– subió para hablar: “Es un privilegio para mí, para mi esposa y mi familia estar aquí y tener esta velada. Aquí evocamos en la historia las razones que nos unen para cambiar el futuro. Sí, son ya 204 años, transitados alrededor de sinsabores, encrucijadas, pero también retos que fortalecieron nuestro espíritu y nos han entregado esta nación con un brillante camino de oportunidades gracias a la construcción de los acuerdos. Es un privilegio estar en Argentina, lo he dicho muchas veces y lo digo con orgullo. Le agradezco a Enrique Peña Nieto por la oportunidad de representar a nuestro país, en una nación progresista como es Argentina, que se ha construido al igual que nuestra patria en medio de dificultades que nos ha hecho grandes, fuertes, poderosos”.
También le dedicó unas palabras afectuosas a Patricia Vaca Narvaja, embajadora en México y de visita en Buenos Aires. Y recalcó el nuevo destino que está tomando su país y dijo: “Por esa razón, en esta nueva patria mexicana, en donde del debate surgen ideas y de las ideas, proyectos y de ellos los grandes nuevos destinos”. El dato de color lo aportó la presencia de Amado Boudou. Su ingreso fue seguido por un revuelo de fotógrafos, empujones, custodios e incluso corridas. Sonriente, el vicepresidente posó junto al anfitrión mientras en los corrillos se comentaba su llegada. Uno de los que participó del cotilleo fue un sonriente Cristiano Rattazzi quien recibió las pullas de colegas empresarios: “Ojo, que no te acuse de encanutar autos”, le dijeron. Pícaro, el capo de Fiat respondió: “Lo peor es que (Boudou) me cae muy bien. Y además –agregó guiñando un ojo– viene de la Ucedé.”
Se mide candidato. Hace una semana, Máximo Kirchner sorprendió hablando en el acto de La Campora e instaló el tema que dio que hablar a propios, ajenos, y sobre todo a los encargados de “interpretar” el metalenguaje de la frase: “Si Cristina está tan mal o es tan mala, o no sirve, por qué, si están tan interesados en terminar con esta experiencia política, si quieren acabar con el kirchnerismo, peronismo (...) ¿por qué no dejan y compiten con Cristina, le ganan a Cristina y sanseacabó?”. Fuera de todos los análisis que suscitó, esta semana se lanzaron las encuestas telefónicas –de una consultora cuyo nombre, al cierre de este edición, sólo se presume– que incluyó a Máximo en sus dos últimas preguntas en las que su figura se ubicó en el mismo nivel de Binner, Massa, Macri y...Scioli.
S.O.S. El viaje por Los Cabos no salió como Augusto Rodríguez Larreta y Julieta Spina lo habían planeado. Las bucólicas vacaciones terminaron antes de tiempo: tuvieron que huir ante la amenaza del huracán Odile. La pareja logró subirse a un vuelo que los llevó de manera anticipada a Miami.
Soñar, soñar. Graciela Camaño está un poco apesadumbrada y, al parecer, se debe al enfrentamiento entre sus dos “ahijados” políticos: Juan Manuel Urtubey y Sergio Massa. Ambos, dicen, crecieron siguiendo varios de los consejos de la diputada y ella tenía la esperanza de verlos unidos. La visita a Salta de Massa y la ratificación de su alianza con el dueto Juan Carlos Romero-Alfredo Olmedo echaron por tierra los sueños de “Gra”.
Otra vez en forma. Ya recuperó su “movilidad” normal Federico Salvai. Hace unos días, en la fiesta de Fundaleu, sus pasos en la pista de baile parecían una caricatura en escena. El legislador había corrido los 21 km de una media maratón, pero su mujer Carolina Stanley quería bailar y él no podía negarse. Esta semana, sus músculos recuperaron su elasticidad y está para una nueva carrera.
Tala porteña. La proximidad de la primavera y la sensibilidad a flor de piel de los porteños generó que algunos vecinos del edificio donde vive Mauricio Macri se quejaran a los porteros de la propiedad. En esa zona de Avenida del Libertador y Cavia abundan añosos tipas, un árbol autóctono, de frondoso follaje que dan un marco más verde a esa amplia avenida. Para algunos vecinos, el jefe porteño mandó a talarlo (foto) porque obstruía la vista que desde su piso Macri tiene de la Plaza Alemania. Otros, filmaron la tala para presentar una queja en el área correspondiente.
De tal palo... Rogelio Frigerio, más con babero de padre que con traje de economista, dio a entender que para él “la economía está en los genes” con una anécdota doméstica. Máximo, su hijo de 7 años, se dio cuenta que la inflación está en aumento. “Papá, hace quince días la bolsa con Palitos de la Selva valía 8 pesos. La semana pasada, costaba 9, y hoy vale 10. ¿Qué está pasando con la economía?”, le preguntó, y acto seguido hizo su reclamo: “Los 8 pesos que me da mamá no me alcanzan para los caramelos del recreo”.
Cero rebote. ¿Será que ya a nadie interesa lo que diga, o que Redrado tuvo “una ayudita de sus amigos” o Luciana Salazar se convirtió en un ejemplo de la historia del pastor y el lobo? Hace unos días la rubia publicó en Twitter: “Me encantaría poder contarle a Massa a quien conozco y respeto, quién es verdaderamente Martín Redrado y lo que me hizo todo este tiempo”. La frase tuvo cero rebote mediático, el economista se mostró con el tigrense y hasta cuestionó la alianza con Insaurralde.