Aún sin Macri, la cena de conciencia fue todo un éxito. Mil cuatrocientos personas, si bien no fue un récord sí marcó una convocatoria significativa para un martes. A último momento, al menos, se supo que Mauricio Macri no participaría de la cena anual de Conciencia porque al día siguiente tenía que estar a primera hora en Santa Fe. Una lástima para algunos o muchos de los que colmaron las mesas y que en diciembre habían apostado con su voto por él. Lo suplantaron en las mesas principales la mayoría de los ministros nacionales, porteños y bonaerenses. En el escenario, Marcos Peña hizo lo que pudo, pero sin lograr que el tintinear de los cubiertos de los comensales se silenciara para atender sus palabras. Quizá no fue acertado comenzar un discurso invitando a pensar el escenario 2015 cuando la coyuntura demanda más presente y sobre todo futuro. Tampoco en un ámbito que en general en muy PRO, se le pedía demasiado. En estas reuniones lo más jugoso suele darse en las respectivas mesas. Por eso, entre plato y plato, se producen huecos en las mismas dado que los que van en busca de ciertos personajes. En el panorama general, la propuesta plural de los anfitriones se plasmó en una de las mesas centrales donde se ubicaron Alfonso Prat-Gay y Juan Manuel Abal Medina junto a Teófilo Lacroze, CEO de Shell, Mariano Ibañez, el presidente de Telecom, el gobernador santafesino Miguel Lifschitz y Marcos Bulgheroni. De allí ambos –PRO y FPV– se saludaron con la promesa de volver a verse para charlar. En otra, un empresario recién llegado de Europa comentó que en reuniones con diplomáticos, se daba por descontado que Susana Malcorra tenía el apoyo necesario convertirse en la futura secretaria general de la ONU, y a modo de incognita, tiró que en una de las mesas pares de esa noche estaba el funcionario macrista de alto rango cuyo nombre suena para convertirse en el próximo canciller.
Cotilleo en el Savoy. Prolongada charla tuvieron el lunes en el café del hotel Savoy, un rejuvenecido Osvaldo Mercuri y Marcelo Daletto, uno de los hombres de Emilio Monzó.
Invitados sin cartera. El apoyo a la presente gestión de Gobierno y la importancia de su nombre en el mundo empresario le franquearon a Gustavo Grobocopatel el acceso a los ya famosos picaditos que cada semana enfrenta a ministros y demás funcionarios. Con la casaca del equipo Resto del Mundo compartió la victoria sobre La Rosada con los “jugadores” Claudio Avruj, Carlos Melconian, Andrés Ibarra y Fabián Zampone, entre otros. Esta semana, el invitado fue Gastón Gaudio quien metió un golazo. No se sabe aún si para evitar que Hernán Lacunza se lleve el título de goleador, Fernando De Andreis lo fulminó con una “tremenda patada”.
Snapchateros. En el acto que en Santa Fe realizó hace unos días General Motors quedó claro que así como Xuxa tuvo sus Paquitas, Macri tiene un equipo de tres jóvenes, que son “la avanzada” inseparable cuando hay actos de este tipo. Ellos son los “snapchateros”, y llegan antes que la comitiva para ubicarse bien a fin de registrar minivideos que apuntan al público teen y pre-teen... como el de Xuxa.
De todo y para todos. Hace poco más de diez días Carlos Gonella se despidió de su cargo en la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos con el tuit “Gracias a todos por el aguante y el cariño. Empieza una nueva etapa, ya tendrán noticias. Como dije siempre, ‘No somos, estamos”. Y esta semana fue uno de los argentinos que se entrevistaron con el papa Francisco; justo el mismo día que pudo saludarlo también Tete Coustarot.