Esta es la línea de tiempo que presenté en la audiencia ante el tribunal que lleva el caso de la denuncia de Nisman por el memorando con Irán por la causa AMIA, a propósito de las visitas de los jueces Gustavo Hornos y Mariano Borinsky al entonces presidente Macri. Pues al 10 de diciembre de 2015, cuando asume su gobierno el caso se encontraba archivado y la denuncia desestimada por inexistencia de delito. Y desde entonces se desplegaron graves maniobras destinadas a su reapertura fraudulenta a través de varias vías.
La denuncia presentada por Alberto Nisman el 14 de enero de 2015 dio lugar al expediente CFP 777/2015 que quedó a cargo del juez Daniel Rafecas y que contenía también otras tantas denuncias por los mismos hechos que diversos denunciantes crónicos de Comodoro Py hicieron llegar por esos días. Entre ellas una, ya del 15 de enero de 2015, del denunciante Santiago Dupuy por “traición a la patria”, que se inició como expediente CFP 314/2015 y estaba acumulado al trámite del caso 777 cuando el juez Rafecas dispuso desestimar las denuncias “por inexistencia de delito”. Y esa desestimación generó diversas presentaciones, varias de Elisa Carrió, Federico Pinedo, Patricia Bullrich y Laura Alonso, que insistían en la necesidad de abrir el caso y la apelación del fiscal Gerardo Pollicita que inauguró las instancias recursivas que llegarían a la Casación.
Así, ese recurso mantenido por el fiscal Germán Moldes fue rechazado por la Cámara de apelaciones y a su vez su recurso de casación fue desistido y así se lo tuvo, en la resolución de mero trámite de mayo de 2015. Y se mandó el caso al archivo y así estuvo hasta que cambió el gobierno. Para entonces aun tramitaba en Casación, desde julio de 2014, el caso por la inconstitucionalidad del mismo memorando con Irán. Y apenas asumió el nuevo Gobierno, el primer lunes, 14 de diciembre de 2015, concretó el desistimiento del recurso estatal por la constitucionalidad.
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Ahí se produjo lo que la jueza Ana Figueroa de esa Casación calificó como “el primer caso de lawfare” por la visita que recibió el 15 de diciembre de 2015 de Juan Bautista Mahiques, del @jusgobar, quien le hizo saber el interés del gobierno que se resolviera urgente, tal como pedía. Casación, el 22 de diciembre, sin la jueza Figueroa, tuvo por desistido el recurso. Y ese mismo día el fiscal Raúl Pleé le mando al fiscal Pollicita una copia de ese trámite donde quedó firme la inconstitucionalidad del Memorando para que “amerite la pertinencia” de la reapertura del caso 777.
Ese mismo día, 22 de diciembre de 2015, por la tarde, se concretó la primera visita del juez Hornos al presidente Macri en la Casa Rosada. Y el día anterior, el 21 de diciembre, aquel mismo denunciante pro Dupuy, había presentado una nueva denuncia por los mismos hechos, que quedó radicada como CFP 14.305, bien convenientemente ante el juez Claudio Bonadio y duplicaron así las actuaciones judiciales sobre el mismo hecho. En una, comenzó a avanzar sin freno Bonadio. Y en la otra, Rafecas se opuso otra vez a la apertura del caso promovida por los fiscales Plee y Pollicita, Y sin querella que torciera el rumbo en Casación, el expediente se mantuvo así cerrado hasta el nuevo embate coordinado.
Abren la investigación contra el juez Hornos por sus visitas a Macri
El 5 de mayo de 2016 el juez Hornos visitó nuevamente a Macri en Casa Rosada, al mediodía. Así como el 10 de mayo, el entonces presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, se reuniría con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El 16 de mayo en la DAIA se aprobó así querellar en las dos causas que tramitaban por los mismos hechos. Y el 24 de mayo, Cohen Sabban visitó a Macri en Olivos para tratar las “causas judiciales del atentado y colaterales”, el Memorando con Irán y la causa Nisman.
El lunes siguiente de su reunión del viernes con la DAIA, el 27 de junio de 2016, Macri recibió al juez Borinsky también en Olivos, en una audiencia de una hora. Y el lunes siguiente, 4 de julio, Cohen Sabban visitó una vez más a Bullrich en su Ministerio. El jueves 7 de julio, un apoderado de la DAIA se presentó primero ante el juez Bonadio en el caso paralelo 14.305. Y Cohen Sabban visitó a Bullrich en su ministerio nuevamente los días 11 y 25 de julio de 2016. El 2 de agosto de 2016, tras la feria judicial, el presidente de la DAIA solicitó también ser querellante en el caso 777 por la denuncia de Nisman y pidió su apertura. Y el viernes 5 de agosto de 2016, el juez Rafecas rechazó por tercera vez abrir el caso. Reiteró que la denuncia de Nisman “carece de todo asidero, tanto desde el punto de los hechos, como especialmente desde el Derecho” y que “las cuestiones que aquí viene a presentar la DAIA en su escrito, lejos de cambiar el parecer del suscripto en este asunto, lo refuerzan”.
Ese mismo día Bonadio pidió a Rafecas su causa para acumularla a la suya. Y el lunes siguiente, 8 de agosto de 2016, en defensa de Timerman presentamos con Graciana Peñafort nuestro reclamo por la maniobra de “forum shopping”, con el que también iríamos a llegar hasta la Casación. Ese mismo día, 8 de agosto de 2016, en horas de la tarde, el juez Hornos visitó a Macri en Casa Rosada. Y al otro día, 9 de agosto de 2016, también lo visitó a Macri en Casa Rosada el juez Borinsky.
El 11 de agosto de 2016, el fiscal Pollicita y el presidente de la DAIA, apelaron la última desestimación del juez Rafecas. Y ese mismo 11 de agosto, el juez Borinsky volvió a visitar al presidente Macri, esta vez en su Residencia, en Olivos, donde volvería una y otra vez, el 24 de agosto, el 7 de setiembre, el 15 de setiembre y el 6 de octubre de 2016. Siete visitas hubo en esos dos meses en que se sucedieron en los trámites paralelos no sólo el rechazó de nuestro planteo por la duplicación de casos, sino la confirmación en Cámara de la desestimación del juez Rafecas y el recurso de los acusadores que llevaría el caso a la Casacion. Y todos los trámites fueron así a esa Casación: el caso 14.305, el 1 de noviembre de 2016 a la Sala IV, y la causa 777, el 4 de noviembre a la Sala I. Para ese entonces los jueces Hornos y Borinsky integraban esas dos Salas y habían mantenido ya diez encuentros con Macri.
Ya al otro día de su ingreso en la Sala IV los recusamos, en orden a la normativa de jerarquía constitucional que asegura la imparcialidad y la independencia del juez natural, a propósito de todos los elementos que por entonces conocíamos, claro que no por las visitas ocultas. Y el rechazo de ese planteo por ellos mismos y por fuera del trámite legal debe ser anulado, pues las visitas que hoy conocemos derriban la fundamentación aparente que entonces dieron sobre que no cabía admitir que pudiéramos siquiera dudar de su imparcialidad. También los recusamos en el caso 777, siempre por los motivos que entonces conocíamos y no por aquellas visitas. Y el 8 de noviembre de 2016 se concretó además el desistimiento del recurso fiscal, con una fuerte advertencia “sobre el ne bis in ídem y el forum shopping”: “La existencia de la causa 14.305… genera un serio problema que debo advertir, en los términos que me impone el control de legalidad”, “estaríamos en presencia de una violación a la garantía constitucional del ne bis in ídem” y “además…… la práctica mencionada provoca un serio menoscabo a la garantía del juez natural y a la imparcialidad del juzgador”, les dijo el fiscal De Luca ya por entonces a esos jueces.
Aun así, el día siguiente, 9 de noviembre de 2016, el juez Hornos volvió a reunirse con Macri, esta vez en Olivos. Y el 14 de noviembre esos dos jueces volvieron a rechazar, ellos mismos, por segunda vez, nuestra recusación, siempre por fuera del trámite legal. Pretendieron incluso que “la integridad de espíritu de los magistrados, la elevada conciencia de su misión y el sentido de la responsabilidad que es dable exigirles, pueden colocarlos por encima de cualquier sospecha de parcialidad”. Y además, en la continuidad fraudulenta de ambos trámites, luego rechazaron también todos nuestros recursos y recibieron una vez más la advertencia del fiscal de esa Casación sobre “el ne bis in idem, la litis pendentia y el forum shopping”: “Entiendo que nada de esto estaría ocurriendo si hubiera un solo juzgado de primera instancia, una Sala de la Cámara de Apelaciones y una Sala de la Cámara Federal de Casación… Es decir, por un asunto de diversificación del trabajo judicial se ha generado la posibilidad… del dictado de resoluciones contradictorias, con menoscabo para todos los interesados, no sólo para los imputados y sus defensas, sino para la sociedad toda... La situación es perjudicial desde el punto de vista jurídico, del valor del producto y de la coherencia que debe…… dar el Poder Judicial... La causa de todo este desaguisado está a la vista... y… nos encontramos frente a una buena oportunidad para que… esta Cámara Federal de Casación Penal ponga fin a esta situación de incertidumbre y de lesión de garantías constitucionales”.
Nada de eso pasó. El 1º de diciembre la DAIA distinguió con un reconocimiento a Patricia Bullrich y su presidente la visitó en su Ministerio el día 12 siguiente. El lunes 19 informamos en audiencia del trámite ante esos jueces al igual que las autoridades de la DAIA. El siguiente viernes, 23 de diciembre de 2016, el juez Borinsky volvió a visitar a Macri en Olivos. Y el jueves 29 de diciembre, último día del 2016 en que terminaban de subrogar en esa Sala I a la que ya el año siguiente no volverían, esos mismos jueces dispusieron la apertura del caso y desplazaron a todos los jueces que sostenían la inexistencia de delito.
Ese mismo día, de vacaciones por la Patagonia, Macri dio una entrevista en la que “destacó el ‘coraje’ de los jueces… Borinsky y Hornos por resolver que la investigación continúe”: “Han tenido muchísima presión de la compañera de sala (-la jueza- Figueroa)”, dijo. La jueza Figueroa calificó esa acusación como una “alocución digna de proyección freudiana” y aclaró “que no presioné a ningún colega para que dicte fallo alguno, ni en un sentido u otro, ni en qué tiempo”, como desde el Ministerio de Germán Garavano hicieran con ella. Y en la propia sentencia del 29 esa jueza ya había advertido “que la decisión del juez o jueces que resuelvan la cuestión esté basada en criterios no objetivos, y por ello, contrarios a la garantía del juez natural y la imparcialidad que debe regir la actuación de los magistrados”.
Sobre todos estos hechos, la reseña de Pablo Slonimsqui en su “Forum Shopping” concluye que “el final de la secuencia es escandaloso. Bonadio quedó al frente del caso y todas las personas acusadas terminaron procesadas –alguna de ellas incluso presas-… y de este modo quedó evidenciada una maniobra de duplicación de expedientes que tuvo por objetivo –difícil no verlo- apartar del caso a sus jueces naturales”. Y por mi parte, el mismo 29 de diciembre en que los jueces Hornos y Borinsky ordenaron abrir el caso del modo en que vimos, advertí: “Por lo pronto dejaron todo listo para que Bonadio haga su carnicería”.
Y así fue, siempre con el respaldo una y otra vez de los jueces Hornos y Borinsky que habían cesado su intervención a la Sala I de la Casación y se llevaron el caso a su Sala IV, también con otro fiscal, hasta que hace unos días volvió como si nada. Y desde que ordenaron la apertura del caso en diciembre de 2016 y lo retuvieron para sí en la Sala IV de Casación, esos jueces, que se habían reunido con el presidente Macri ya una docena de veces, lo visitaron a lo largo de su gestión, otras catorce veces más.
*Fue abogado de Héctor Timerman y de Cristina Fernández de Kirchner en el caso y actualmente lo es de la ex Procuradora del Tesoro, Angelina Abbona.