Rizobacter invierte US$ 17 millones en sus plantas de Argentina y Brasil

En 2022, la empresa Rizobacter está celebrando 45 años. Nacida como un emprendimiento de garaje elaborando inoculantes para soja, la compañía hoy tiene presencia en 45 países con una línea completa de productos fitosanitarios biológicos para diversos cultivos.

Este año, la compañía invirtió alrededor de US$ 7 millones y US$ 10 millones en sus plantas de Argentina y Brasil, respectivamente.

Ricardo Yapur, CEO de Rizobacter, dialogó con PERFIL sobre la actualidad de la compañía y sus planes de expansión.

—¿Qué inversiones está realizando Rizobacter?

—Nosotros estamos ampliando de biológicos en Pergamino y una nueva de tensioactivos en Londrina, Brasil. Además, Bioceres, la empresa que nos compró hace unos años, adquirió en Estados Unidos a Profarm, una empresa de biológicos como biofungicidas, bionematicidas, bioinsecticidas, bioherbicidas y nosotros somos los responsables de ponerlos en el mercado. En general, van a salir con la marca Rizobacter los productos para grandes cultivos extensivos y seguirán con la marca anterior los productos para cultivos intensivos. Esta es una nueva línea que se integra a nuestra cartera.

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—¿Cuál es la capacidad de producción de la empresa?

—Tenemos una planta de biológicos en Pergamino con una capacidad aproximada de 88 mil litros para fermentación diaria, y la estamos ampliando 45% para llegar a los 122 mil litros diarios. Eso nos va a permitir cubrir el mercado de biológicos de manera eficiente a todos los lugares del mundo donde estamos presentes.

—¿Qué presencia tienen en Brasil?

—En Brasil hace muchos años que estamos y siempre nos costó mucho, recién estamos haciendo pie en una economía y un agro que está funcionando muy bien. Teníamos una planta chica para estar acordes con los límites de exigencias que piden las nuevas tecnologías. Tomamos la decisión d ehacer una inversión y pensamos que en junio de 2023 estará habilitada.

—¿Cómo es el negocio de exportación?

—Rizobacter tiene llegada desde Pergamino a 45 países con subsidiarias en Uruguay, Paraguay, Bolivia, Brasil, Colombia, Estados Unidos, Europa y Sudáfrica. Con Profarm se agregan algunos países más, para llegar a 60 países.

—¿Cuánto se destina al mercado argentino y la exportación?

—De lo que producimos, el 30% se exporta y el resto lo vendemos al local, que sigue siendo lo más importante, pero la exportación viene creciendo muy fuerte.

—¿Cómo está posicionada Rizobacter en el negocio de los biológicos?

—Rizobacter hoy se transforma en una de las empresas más importantes en el segmento de biológicos, no tanto en facturación porque competimos con dos multinacionales muy importantes. Sin embargo, éstas tienen productos puntuales, nadie tiene un paquete completo como Rizobacter con la compra de Profarm. La competencia tiene inoculantes o algún biuofungicida, pero no paquetes completos de biofungicidas, bioinsecticidas, bioherbicidas y toda una línea de inoculante, nos da un panorama muy completo para atacar todos los mercados agrícolas.

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— ¿Qué son los productos biológicos para el campo?

— Los productos son cultivos o extractos de microorganismos que vienen a ocupar el lugar de los fitosanitarios desarrollados con síntesis química, como los de Bayer, BASF o Syngenta. Estos son productos biológicos son microorganismos, virus, bacterias, hongos, que avanzan sobre las enfermedades que afectan a los cultivos. De esta manera, se tiene un producto con el medio ambiente, lo cual hace que muchos productores quieran usarlos. Nunca van a reemplazar totalmente a los productos químicos, sino que van a convivir. En el mejor de los casos y dentro de muchos años, habrá un 50% de aplicación de productos de síntesis química y 50% de productos biológicos.

— ¿Cuál es el porcentaje de adopción de los productos biológicos en este momento?

— Un 10% a 15% a nivel global, en Brasil puede ser algo más y en Argentina algo menos. La demanda viene muy firme por Europa, que está exigiendo cada vez más productos amigables con el medio ambiente.

— ¿De qué manera se convence a los productores para que utilicen estos productos?

— El conepto de productos biológicos se introduce haciendo educación, haciéndoselos probar, para que entiendan que funcionan con la misma eficacia. Cuando el productor lo prueba, lo ve y empieza a venir la demanda con menores límites de residuos, el productor va entrando por el aro.

— Con tantos años de trayectoria en el segmento, ¿cómo ve el futuro del agro en Argentina?

— El agro en Argentina tiene mucho para seguir creciendo. Tenemos un acuerdo con un grupo francés y siempre que vienen les pregunto por qué están en Argentina cuando todo es complicado para ellos. Me contestan que el futuro de la comida del mundo va a salir del triángulo cuyos vértices son San Pablo (Brasil), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) y Bahía Blanca (Argentina), porque tienen una población lo suficientemente educada para entender las nuevas tecnologías, así como agua y suelo de calidad para producir alimentos para el mundo. Saben que Estados Unidos consume todo lo que produce y Europa es cada día más un gran jardín, produce menos y va a tener que importar muchos alimentos, porque la posición económica del europeo le permite más restricciones a la producción con una producción agropecuaria más chica.

LM