EQUIPO DE INVESTIGACIóN
Posición dominante

Con la compra de Glovo, PedidosYa podría quedarse con el 50% del mercado del delivery

Un estudio revela que PedidosYa tiene un 40% del market share de las plataformas de delivery y que Glovo tiene 10%, lo que pondría a la primera en situación de posición dominante al sumar el 50% del mercado.

Delibery Glovo 20200918
Glovo Delibery | Cedoc Perfil

La venta de las operaciones de Glovo, la plataforma delivery, provocó sorpresa pero no tanto. Se conoció cuando la alemana Delivery Hero, dueña de PedidosYa, ya había adquirido a la firma española por u$s 273 millones: ahí la sorpresa. Pero no fue tan sorprendente ya que su partida de la región se suma a la de varias empresas extranjeras como Latam, Air New Zealand, Nike, Wrangler o Lee, entre otras.

Es cierto que Glovo no sólo dejó sus operaciones en la Argentina sino también en la región, el acuerdo de salida incluye a Costa Rica, Honduras, Guatemala, Perú, Ecuador, Panamá y República Dominicana. También, en los últimos años había vendido sus negocios en Chile, Uruguay, Puerto Rico e incluso Brasil, un mercado de más de 200 millones de consumidores.

Pero en nuestro país, se produce un fenómeno particular. Según un relevamiento de la consultora argentina Focus Market a cargo del economista Damián Di Pace, solo hasta el mes de mayo el uso de las aplicaciones de delivery en Argentina crecieron un 400% durante el período de aislamiento que comenzó en marzo.

Este trabajo señala que las aplicaciones más utilizadas son PedidosYa (40% del total de los envíos), Rappi (15%), Glovo (10%), Uber Eats (7%).

Grafico glovo
Fuente: Consultora Focus Market - Gráfico: Juan Cutuli

Con la venta, PedidosYa tendría un 50% del mercado de las plataformas de delivery si se suma al 40% los 10 puntos porcentuales de Glovo. Lo que podría colocar a esta plataforma en un abuso de posición dominante que debería analizar la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia.

El futuro llegó hace rato. Los desafíos

En cuanto a la situación de los trabajadores de Glovo, la empresa PedidosYa todavía no dio una definición. Hay que tener en cuenta que la plataforma firmó un acuerdo con la Cámara del Software (CESSI) por el que empresas de tecnología tomarán (y pagarán los sueldos) empleados de la firma de delivery para capacitación y ocupar puestos en esas techies.

También hay que tener en cuenta los desafíos de la digitalización.  El politólogo, investigador social y fundador del Observatorio del Trabajo, Juan Domingo Palermo, explica a Perfil que los sindicatos en Argentina tienen que liderar este proceso de digitalización, si no lo hacen su poder establecido puede disminuir.

“El sindicalismo es un poder establecido en la Argentina, tiene que meterse en la innovación y potenciarse con cursos constantes de actualización. Identificar los factores de las nuevas formas de trabajar y renovar los convenios colectivos de trabajo”, dijo.

“Las economías de plataformas están creciendo, eso es innegable. Pero ojo, también puede pasar lo que sucedió durante la Segunda Revolución Industrial en Inglaterra, la sociedad quiere ser parte del diseño de esta cuestión y si no lo es y no sirve para la vida humana, la vida humana lo va a terminar rechazando”, agregó.

Como hubo fechas de vencimiento para regímenes que no se ajustaban a las necesidades de la gente, por ejemplo las monarquías, también puede haber fecha de vencimiento para estas formas de trabajo.

A pesar de cumplir un rol fundamental en la economía desde la llegada del covid-19 a nuestras vidas y realizar una valiosa tarea en empresas multinacionales, la remuneración de quienes trabajan para estas aplicaciones se encuentra frecuentemente por debajo del salario mínimo. Además, los montos de sus ingresos suelen ser impredecibles mientras trabajan sin las protecciones convencionales de una relación laboral.

Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estos resultados negativos para los trabajadores no son inherentes al concepto de trabajo en plataformas digitales de “microtareas”, como ellos lo llaman. Para la Organización, es posible reconfigurar estos términos con el objeto de disponer mejores condiciones laborales para los trabajadores.

En su publicaciónLas plataformas digitales y el futuro del trabajo – Cómo fomentar el trabajo decente en el mundo digital”, la OIT establece 18 criterios para hacer más justa esta relación laboral, que si bien hoy están lejos de ser cumplidos, marcan los parámetros para un futuro ordenamiento de esta forma de trabajo.

Algunos de los puntos más importantes del manifiesto: 

1. Empleo: los trabajadores no deberían clasificarse equivocadamente como independientes, si en la práctica son empleados.

2. Los trabajadores deberían tener un procedimiento jurídicamente vinculante para que los operadores de plataformas escucharan sus deseos y necesidades. Sea por afiliación sindical o negociación colectiva, entre otros.

3. Remuneraciones: a los trabajadores les es aplicable el salario mínimo vigente en el lugar del empleado.

4. Transparencia de los pagos y las comisiones.

5. Los trabajadores no deberían ser castigados por rechazar las tareas que se les ofrecen o negarse a trabajar en determinado momento.

6. En el caso de problemas técnicos con la plataforma, el trabajador no debería pagar el costo del tiempo o trabajo perdido. 

La recomendación de la OIT sobre estos pisos de protección social, también dice que los países deberían garantizar al menos un nivel básico de seguridad social para todos y asegurar progresivamente niveles adecuados de protección a la mayor cantidad de personas posible.

Los trabajadores esperan novedades

Desde PedidosYa, si bien por el momento no hablan de medidas concretas sobre los trabajadores, aseguran a Perfil que “en línea con otras medidas solidarias que hemos adoptado en este contexto de covid-19, evaluaremos la posibilidad de generar alguna alianza.” 

Por su parte, desde su cuenta de Twitter, la Asociación del Personal de Plataformas (APP) que en octubre de 2018 se convirtió en el primer sindicato de plataformas digitales del país y de América en pedir su inscripción formal para representar a los trabajadores del sector, el día de ayer expresó en un hilo su preocupación por la “poca información brindada” y su pedido que se “garantice la continuidad de los puestos de trabajo”.

 

 

Hasta el momento, los trabajadores recibieron un correo que habla sobre la finalización de las operaciones y la liquidación de los pagos pendientes, pero no habla sobre el futuro de las operaciones vendidas a la empresa alemana: “Todos los repartidores recibirán la totalidad de pagos pendientes siguiendo nuestros términos y condiciones” .

mesaje glovo

Juan Manuel Ottaviano abogado laboralista y miembro del equipo de profesionales que asesora a APP, responde a Perfil sobre la salida de Glovo de Latinoamérica y la realidad en nuestro país.

 

Perfil: Con respecto al traspaso de las operaciones de Glovo a PedidosYa, ¿recibieron alguna comunicación más por parte de alguna de las empresas sobre el futuro de los trabajadores?

 

JMO: La empresa Glovo envió una comunicación informal por mail en la que se asegura que se abonarán todas las deudas pero no se refiere a la continuidad del trabajo. Por otro lado, Delivery Hero (PedidosYa) comunicó que admitirá a los repartidores. Como todo en el sector, prima la informalidad. PedidosYa debería garantizar la continuidad laboral de todos los repartidores. Si no lo hace, podría ser requerido administrativa o judicialmente para hacerlo.

 

Perfil: La OIT dice en su informe que el promedio del trabajador de apps cobra en promedio por debajo del salario mínimo de su país. En Argentina, ¿cuál es el ingreso promedio de un trabajador de aplicación de delivery?

 

JMO: La OIT viene realizando informes internacionales y también estudios locales advirtiendo sobre la necesidad de brindar protecciones laborales a los trabajadores de plataformas. En el caso del trabajo para plataformas localizadas, como es el caso del delivery, los salarios no son especialmente bajos, tratándose de tareas que requieren baja calificación. El problema no es la cantidad de los ingresos, sino su inestabilidad, además de la cantidad de horas que se requiere para lograr un ingreso digno. Un repartidor que trabaja el equivalente a una jornada completa puede ganar más de 30 mil pesos, pero está sometido a sanciones y controles a través del ranking, lo que hace variar el salario de un modo impredecible y arbitrario. Además, las empresas descargan en ellos todos los gastos de celular y mantenimiento de la moto o bicicleta, el monotributo, el seguro, etc.

 

Delibery Glovo 20200918
CEDOC PERFIL.

 

Perfil: Desde la presentación de APP a la Secretaría de Trabajo en 2018, ¿han tenido alguna respuesta concreta por parte del Estado para su organización?

 

JMO: APP solicita el reconocimiento de la organización sindical. El problema reside en que las empresas de plataformas no reconocen la relación laboral que existe con los repartidores. Hasta tanto no se resuelva ese punto, todos los derechos sindicales y de la negociación colectiva les son negados a los trabajadores de plataformas.

 

Perfil: ¿Cuál es su principal reclamo?

 

JMO: El principal reclamo de la Asociación de Personal de Plataformas es que se reconozcan los derechos de los trabajadores de plataformas, que se respete el derecho a la libre organización, a la negociación colectiva. Los repartidores quieren seguir trabajando. Hasta tanto no haya una regulación que reconozca todos los derechos laborales que les corresponden, va a primar la informalidad y el desamparo. Una regulación adecuada y moderna debe reconocer todos los derechos laborales e incluir nuevos, como la regulación de los sistemas de control a través de ranking, el derecho a la desconexión, a una mayor soberanía del tiempo de trabajo por parte de los repartidores. La Argentina tiene la oportunidad de regular de madera protectoria e innovadora estos trabajos de manera que el negocio pueda prosperar pero cumpliendo con condiciones de trabajo dignas. El trabajo del futuro no tiene por qué ser precario.

 

*Integrante del Equipo de Investigación de Perfil Educación.