Estoy bien así?, pregunta Pablo Rago casi sin esperar respuesta y posa sonriente para la cámara. Se lo nota cómodo, relajado, disfrutando de su primera vez en Villa Carlos Paz, donde protagoniza Algunas mujeres a las que les cagué la vida.
—¿Te sentís identificado con el título de la obra?
—Mis amigos dicen que la obra está basada en mi vida, pero en verdad yo soy el que me siento identificado con algunos reclamos de las mujeres. Me acusan mucho de haberles roto el corazón a mis ex parejas, pero también sufrí por amor y me rompieron el corazón varias veces. No hace mucho estuve con una chica bastante más chica y me la hizo pasar pésimo, pero dicen que no puedo juzgarla porque era una pendejita.
—¿Te arrepentís del hecho de haber expresado tu ideología política?
—Al contrario, me siento muy orgulloso. Vengo de una familia de peronistas, mi abuelo laburó en algún momento para el gobierno de Perón. Tengo 43 años, en el 83 tenía 11 años y me leí todas las plataformas políticas, por supuesto me quedé con la peronista, pero me pasó algo curioso: lo escuchaba hablar a Alfonsín y él me parecía peronista por sus conceptos. En los 90 me desilusioné, vi la parte más horrible de la política y fui perdiendo ideología. Desde el gobierno de Néstor Kirchner sentí que adquirimos derechos que antes no teníamos, principalmente los actores y los trabajadores en general. Por eso creo que haber expresado mis convicciones fue lo correcto.
—¿Te trajo problemas?
—En la calle para nada, y eso se da principalmente porque conocen mi trabajo de toda la vida. Yo laburo desde el 77 cuando estaban los milicos, y no por eso me acusan de milico. En las redes sociales sí hay más agresiones pero ahí se escudan atrás de un huevito y ponen lo que se les canta. Ex novios de chicas con las que salí aprovecharon para putearme y criticarme también por temas actorales.
—¿Tu familia sigue siendo peronista?
—Mi familia aún sigue siendo peronista a pesar de que mi mamá votó a Macri. Mi mamá votó a Macri porque cree que es peronista. Yo casi la mato cuando me lo dijo (risas). Mi mamá con 70 años fue a votar, pudiéndose quedar en su casa, y eso lo generó el gobierno de los Kirchner. Mi vieja se quejaba de la cadena nacional que le caía sobre la novela, pero al menos se volvió a discutir de política que es algo que hace un tiempo no se veía.
—Hubo un rumor acerca de un posible paso de “TVR” a El Trece. ¿Hubieras trabajado allí?
—Yo ya trabajé en Pol-ka. Hice los últimos tres meses de Noche y día y me trataron maravillosamente. Pol-ka es un lugar ideal para trabajar y hasta pude hacer travesuras y meter frases como “La patria es el otro”, en una novela de El Trece. Sin ninguna duda trabajaría ahí. Eso no implica que vaya a hablar bien de Clarín.
—Y del otro lado, ¿qué te parece un programa como “6,7,8”?
—Creo que fue necesario porque nos abrió los ojos a muchos. Después a mí me empezó a hinchar las pelotas eso de que “sólo vemos este lado” y ahí dejé de mirarlo. Creo que lo dejaron en manos de una conducción muy extremista, pero lo entiendo. Una vez Víctor Hugo me preguntó en un corte de TVR por qué no había salido 6,7,8 y le contesté que porque había un programa de fútbol. “Pero es una hora menos contra todas las horas con otras posiciones”, me dijo, y me dejó pensando.
Sin futuro para ‘TVR’
6,7,8, el programa que se emitía en la TV Pública, fue retirado de la emisora estatal por su propia productora, Pensado para Televisión (PPT), empresa de Indalo Media, propiedad del empresario Cristóbal López. Rago afirma contundente que nunca temió que ocurriera lo mismo con TVR, también producido por PPT. “Estaba seguro que TVR terminaba en diciembre de 2015. No teníamos novedades ni expectativas de que se renovara el contrato. Era algo que charlábamos con Diego Gvirtz, que ya no era más el dueño y veíamos que iba a pasar. Dependíamos de las elecciones y del interés de Cristóbal López de que el programa estuviera en el aire. La verdad es que nunca nos volvieron a hablar”, explicó Rago y confesó el fuerte vínculo que tienen con su compañero televisivo Gabriel Schultz: “Con Gabi tenemos un compromiso de que uno no vuelve sin el otro. A mí me encantaría seguir. Soy fan del programa. TVR no te dice lo que tenés que pensar, te muestra lo que pasó, no hay un locutor diciéndote arriba nada. Podemos omitir algunas cosas, pero no se miente”, completó.
*Desde Carlos Paz.