La fama tiene su costo. Hay personas que no pueden disfrutar de una salida romántica sin toparse con un ejército de fotógrafos y reporteros histéricos. Hay otras que son perseguidas y acosadas por algún fan con alteraciones mentales. Y a otros, como Beyoncé Knowles, se les dificulta ir a misa.
"No puedo volver a misa. Sé que es una vergüenza. La gente se me acerca durante el sermón y quieren ver todo lo que hago. También me filman con sus celulares. Son muy simpáticos, pero me incomodan. Creo que Dios entenderá si no voy a los servicios del domingo", declaró la cantante a la revista Britain's Look.
Según publica hoy El País, la actriz explicó, además, que no piensa hacer declaraciones sobre los rumores que indican que se casó en secreto con el rapero Jay-Z.
" No lo niego. Directamente no pienso hablar sobre eso. Nunca hablamos con la prensa sobre nuestra relación y eso nos protegió, de alguna manera. Muchas famosas que tuvieron relaciones espléndidas lo lograron evitando hablar sobre ellas, así que tampoco yo pienso hacerlo. Protejo mi vida privada", señaló.