El compromiso y la entrega de Luis Alberto Spinetta, la alegría de El Bahiano y la actitud rockera de Los Ratones Paranoicos, fueron los ejes de la última jornada del " Catamarca suena, por las tierras argentinas", un encuentro creado para concientizar sobre la expropiación de tierras en el departamento de La Paz, ubicado al sur de la provincia.
Con el Dique El Jumeal como paisaje y escenario y en el marco de un día soleado, el cierre del encuentro que el sábado reunió a Jaime Torres y al Chango Spasiuk, permitió que muchos catamarqueños disfrutaran de artistas disímiles, que le pusieron música y encanto a una causa que hoy se debate en la justicia.
Fue un sensible y entregado Spinetta el que conmovió con frases como " Loco, me cago en el rock, no quiero irme de acá sin volver a ver el respeto por la vida entre nosotros, sería una cosa muy linda" o " tenemos que conservar hasta el fin la tierra de aquellos que nacieron, vivieron y construyeron acá".
Ante un silencio casi apabullante, El Flaco, en formato cuarteto, sacó del arcón de los recuerdos joyas de su carrera entre las que se contaron " Durazno sangrando", " Laura va", " Todos estos años de gente", " La herida de París" y " Ana no duerme".
Además incluyó otros más actuales como el bello " Jardín de gente" y " Cabecita, calesita", tema de su último disco " Pan", y una versión de la memorable canción de Fito Páez: " Las cosas tienen movimiento".
"Conduciendo por la conciencia, familiares de las víctimas de la tragedia de Santa Fe", se leía en un chaleco que tenía puesto, en alusión al accidente ocurrido hace ocho meses, que costó la vida de varios alumnos del Colegio Ecos..
" Me importa un carajo la pilcha, el tema es hacer una ley nacional para que se dicte educación vial desde la primaria", dijo en un recital donde también abogó en contra de la mina de uranio que está prevista en San Rafael (en Sierra Pintada) y que " va a intoxicar las aguas potables y más preciosas del mundo".
Luego de un excelente show, en el que el Flaco junto a su impecable banda volvió a trascender desde su poesía y su eterna búsqueda musical, El Bahiano hizo bailar a miles de catamarqueños de todas las edades y desató una fiesta con un sólido show basado en covers y hits de Los Pericos.
Así pasaron " Hombre al agua" de Soda Stereo, " A los ojos", de Los Rodríguez, " Home sweet home" y " Waitting", entre otros. Y de la alegría del ska y el reggae, Los Ratones Paranoicos hicieron lo que saben hacer: rock and roll.
Juanse dio la nota al treparse, a esa altura ya sin remera, al alto techo del escenario, y desde allí, moviendo su cola acaparó, la atención de todos, especialmente de los más jóvenes.
Con esa desfachatez logró erigirse en la estrella del festival y motivó que al terminar el recital el público lo siguiera para sacarse fotos y conseguir su autógrafo.
Dos grandes exponentes del folclore como Spasiuk y Torres, un artista atemporal como Spinetta, y dos clásicos del rock argentino como El Bahiano y Los Ratones, sirvieron como un puente para difundir un conflicto y convertirse, al menos por unas horas, en la voz de aquellos que pueden quedar sin tierra y sin trabajo.