A fines de octubre terminaron de grabar Divina, está en tu corazón, pero recién desde el lunes 13 de marzo a las 18.30 está en la pantalla de El Trece esta primera producción realizada por Pol-ka, más Televisa y Federation Kids & Family. Esta historia que encabeza Laura Esquivel –recordada por Patito feo– está acompañada por Nora Cárpena más un elenco mexicano en el que sobresalen los nombres de Manuel Masalva, Ingrid Martz, Harold Azuara y Ale Muller.
—¿Cómo fue encarnar a una joven de la calle, más en estos momentos?
ESQUIVEL: Al principio de la novela se ve a esos niños hacer malabares entre los coches, en la calle. La construcción de estos personajes no se hizo de manera realista, sino que prevalece la fantasía. A mi protagonista, Divina, la armé desde la alegría. El año pasado veía a un artista callejero, mimo-payaso, por la zona de Recoleta y tomé algo de él. En la tira no se profundizó lo social pensando en el público que nos verá.
—¿Hay códigos distintos para cuando se trabaja para un público adolescente?
E: Creo que una producción infantojuvenil siempre debe tener una enseñanza. Me parece que son tiempos de soltar los celulares y mirar la novela, engancharte con las canciones, buscar imitar las coreografías sin olvidar el mensaje de esta tira. Es muy sana, a cualquiera le puede pasar esto, por eso es importante que deje un mensaje positivo. Volver a hacer ficción me encanta, sabiendo que el público cambió.
CARPENA: Hoy mis nietas deseaban ver la tira. Mi primer vínculo con ese público adolescente fue en 2006, cuando hice El refugio, para El Trece. No hay que olvidar que hice el primer espectáculo para niños en el teatro Opera, fue en 1982, cuando llevamos Paloma hay una sola al escenario. Hacíamos dos funciones todos los días. Nunca antes había trabajado para tan chicos, me sentí Evita capitana… éramos tan tontos que no hicimos ni remeras, no se usaba vender esos productos.
—¿Pueden vivir de la actuación?
E: Hasta hace poco vivía con mis padres y desde hace unos meses estoy viviendo en pareja (con José Barrientos, productor). Tengo casa y auto, pero siempre quise ahorrar para esos huecos que nos da la profesión. Me gusta cantar, actuar y bailar, pero sueño con tener algo en paralelo. En el futuro espero poder armar una especie de café concert donde puedan participar distintos artistas. Sería más una pâtisserie, porque no soy muy noctámbula. Por eso ahora voy a estudiar cómo se gestionan esos espacios.
C: Mi historia es distinta, mi familia era del ambiente. Mis padres vivieron toda la vida del teatro y me casé con un actor (Guillermo Bredeston) que después se transformó en empresario. Hice giras teatrales y tuve bastante continuidad en la televisión. Cada tanto me llaman para la pantalla chica. Este año no fui a trabajar a Mar del Plata, porque no me ofrecieron nada que me interesara. Hoy una entrada cuesta entre 400 y 500 pesos, nadie va solo... andá sumando: un estacionamiento, más un café o una cena… ¿cómo se hace? Es una profesión muy difícil, y este momento es terrible para el espectáculo.