ESPECTACULOS
Complejo cultural "25 de Mayo"

Después de 25 años, reabrió un teatro de Villa Urquiza

Fue inaugurado en la década del 20 y allí cantó Gardel. Estaba abandonado,pero gracias a un grupo de vecinos se logró la expropiación y la reapertura. Telerman encabezó el acto.

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| Tlam

Después de 25 años de abandono, el Teatro 25 de Mayo, del barrio porteño de Villa Urquiza, reabrió hoy sus puertas luego de que un grupo de vecinos de la zona se organizara e impulsara su expropiación y el reciclado de sus instalaciones.

El clima esta tarde fue de fiesta y de triunfo: pasadas las cinco, los vecinos empezaron a amucharse en las puertas del teatro para entrar en grupos al salón blanco, habilitado para las primeras visitas guiadas.

Y a las 20 en punto, el jefe de gobierno porteño, Jorge Telerman, reinauguró oficialmente el predio, que a partir de ahora funcionará como complejo cultural.

"Este teatro viene con público incluido y yo creo que es el mejor, porque es un público luchador", afirmó Telerman en alusión a las organizaciones barriales que impulsaron la reapertura. Hoy, a sala llena, los vecinos aplaudieron y vitorearon a los líderes comunales que los representaron en el escenario.

"Esta sala, que fue la envidia de muchos teatros por su acústica, es un orgullo para los vecinos de Villa Urquiza y para todos los vecinos de la ciudad", destacó el funcionario.

Inaugurado en la década del 20, el Teatro 25 de Mayo fue uno de los centros culturales más importantes del barrio y en sus salas actuaron figuras míticas como Carlos Gardel, Agustín Magaldi, Edmundo Rivero y el elenco teatral la "Troupe Imperial".

La última función, que hoy recordaban muchos de los presentes, fue en 1982 y a partir de entonces sus instalaciones -donde se quiso edificar un supermercado, un bingo y un local bailable-, quedaron abandonadas.

Un colectivo de organizaciones barriales -centros culturales, grupos de teatro, clubes locales, murgas y particulares- conformó entonces la asociación "Vecinos por el 25 de Mayo" e impulsaron su expropiación por parte del gobierno porteño, su reciclado y su reinauguración como complejo cultural.

"Yo tocaba en este teatro cuando tenía 15 años, en la orquesta que se escuchaba en los intervalos de las obras que presentaba la compañía de Antonio Podestá", recordó a los 87 años el bandoneonista Emilio Balcarce, primer director de la Orquesta Escuela de Tango del gobierno porteño, que hoy lleva su nombre.

"Esta sala tenía una acústica excepcional, el último oía como si estuviera en la primera fila", agregó el músico y destacó que la reapertura del teatro "es un orgullo para todos".

Para Norma Maimona, el teatro también es una fuente de recuerdos: "La historia de mi vida está vinculada a este lugar", contó.

"Mi primera representación escolar, cuando estaba en primer grado -relató-, fue acá, en la misma sala en que mi abuela lo escuchó cantar a Gardel y donde estaba con mi familia cuando murió el general (Juan Domingo) Perón".

"Las Novias del Tango" y el grupo comunitario "Los Villurcas" recibían esta tarde a los primeros vecinos que entraron al salón blanco del teatro, ese donde se armaban las "veladas danzantes" y se festejaban los casamientos, vestidos de época y bailando los tangos que componía una orquesta invitada.

La sala central, "el coloncito" como se la conoce popularmente, abrió a las siete y media para recibir a la comitiva oficial y, por esta vez, estuvo reservada a los vecinos con entrada.

En el último piso, donde funcionarán los talleres del complejo cultural, se exponen unas pinturas del uruguayo Hermenegildo Sabat, "Jazz a la Carte", una muestra en homenaje al humorista Calé y varias fotografías sobre el reciclado de las instalaciones del teatro.

Pasadas las ocho de la noche, la arquitecta Mónica Pittman , en representación de los vecinos que recuperaron el espacio, subió al escenario del "coloncito".

"Esta es una actitud de resistencia -dijo-. Nos apropiamos un espacio que nos pertenece y elegimos ser protagonistas y no simples espectadores. Vecinos, estamos en casa".

Fuente: Télam