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El adiós a Fernando Peña en la Legislatura porteña

Desde las 7 de la mañana, se abrieron al público las puertas del Salón Montevideo para despedir al actor. Galería de imágenes. Galería de fotos

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Desde las primeras horas de la mañana, se encuentran abiertas al público las puertas del Salón Montevideo de la Legislatura porteña para despedir los restos de Fernando Peña. El actor y conductor falleció ayer a los 46 años en la Clínica Alexander Fleming, del barrio porteño de Belgrano, donde recibía atención por un cáncer de hígado.

El Salón Montevideo es el hall de acceso al Salón Concejales. Recuerda a las jornadas comunales de Montevideo y Buenos Aires que se realizaban cada año para intercambiar ideas sobre cómo mejorar el orden Municipal de ambas ciudades. Fue el lugar elegido para darle el último adiós al actor montevideano.

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Transgresor, multifacético, histriónico y con un particular sentido del humor, Peña se destacó por tener un notable poder de la
improvisación, con una imaginación que iba más allá de los límites. Hijo del polémico periodista Pepe Peña quien generaba interminables discusiones sobre fútbol y que integró el trío radial "de las tres P", junto a Dante Panzeri y Adolfo Pedernera, en la década del 60, Fernando tuvo un debut en radio tan accidental como premonitorio en cuanto al camino que le tenía deparado el destino.

Su padre lo llevó a la radio y en medio del programa a Fernando le dieron ganas de ir al baño y cuando encontró una pausa en la alocución de Pepe dijo: "Papá, me meo". La voz de Fernando salió al aire y el pedido del chico generó muchas risas . Años más tarde, el ámbito de la radio se trasformó en parte de su vida y por medio del humor se fue ganando un espacio a través de sus múltiples personajes que hicieron reír a miles de oyentes.

Otra de las anécdotas que sirven para ejemplificar como era su personalidad sucedió en uno de los programas de Susana Giménez al que asistió y ante la pregunta de la diva de la televisión sobre su sexualidad respondió: "No soy gay, soy un puto sufrido".

Comisario de a bordo en American Airlines, solía utilizar el altavoz del avión para hacer delirantes personajes como el de una cubana de nombre Milagros López que deleitaban y hacían reír a los pasajeros. Uno de las personas que viajaba seguido por esa aerolínea resultó ser el conductor y locutor Lalo Mir, quien sorprendido por su capacidad para improvisar insistió en conocer al personaje y no dudo en llevarlo a la radio, donde Peña desarrolló una destacada carrera. Entre sus numerosos personajes se destacaron, además de la cubana Milagros López, el italiano Mario Modesto Sabino, el popular Palito y el sanisidrense Martín Revoira Lynch. Escribió el libro Gracias por Volar Conmigo.

Actor de teatro, solía agotar las entradas de sus funciones, su público le era fiel, lo seguía y reconocía sus virtudes histriónicas, además de su compromiso con su profesión. "Ezquizopeña, Intimidad Rioplatense" (2001), "Ezquizopeña, el musical" (2003), "Mugre" (2004), con la que ganó el Premio Estrella de Mar al Mejor Unipersonal, "La burlona tragedia del corpiño" (2004/05) fueron algunas de las obras que interpretó. Luego hizo "El niño muerto", una obra autobiográfica muy emotiva y que una de sus funciones la hizo a total beneficio de la Fundación Huésped, para ayudar a los chicos con HIV.

Otra de la obras que realizó fue "My name is albert with A", una obra en inglés donde interpretaba a un asesino serial. También protagonizó "Sit down tragedy", "La oscuridad es música", "Gracias por volar conmigo" y la última obra que estaba realizando y que tuvo que interrumpir como consecuencia de su enfermedad fue "Diálogo de una prostituta con cliente".

La muerte de Peña fue confirmada por el periodista Matías Martin en radio Metro 95.1, donde el actor conducía el programa "El Parquímetro". Tras informar sobre la muerte del actor, la radio levantó su programación y emitió música. Su compañero Diego Scott dijo a la prensa que Peña "estaba internado desde el jueves" en el Instituto Alexander Fleming, donde ayer falleció a las 16.40.

El productor de su última obra de teatro, Javier Faroni, dijo que el viernes recibió "el último mail de Fernando. Estaba muy contento por noticias que le daban los médicos". "Estaba feliz, con más ánimo que en los últimos días", contó el productor en declaraciones al canal Todo Noticias (TN). Faroni manifestó que Peña "quería volver al teatro. Le dijimos que había tiempo para eso. El quería sí o sí volver al teatro".

"Fernando era un ser humano especial. Hacía tres semanas había dejado de hacer las funciones en el teatro", expresó. "En el último tiempo estaba feliz y pensaba que de esto salía. La verdad es que no sé qué pasó", afirmó Faroni. En una de sus últimas apariciones televisivas, en un programa de espectáculos de América TV, Peña dijo que estaba grabando con una cámara personal las sesiones de quimioterapia que recibía para su tratamiento de cáncer. "Quiero desdramatizar esto y compartirlo con la gente", expresó en esa oportunidad. El presidente de la Fundación Huésped, Pedro Cahn, confirmó que fue médico de Peña en el tratamiento contra el sida "en algún momento, pero después él cambió a otro médico de su obra social".

"Fernando era crónica de una muerte anunciada, hacía el tratamiento como él quería y eso lo llevó a esta situación", expresó Cahn y sostuvo que "su enfermedad fue diagnosticada en forma tardía". El especialista sostuvo que "alguna vez tuvimos alguna amable discusión sobre el tema, solía dar mensajes confusos sobre el tratamiento".

"Vivió la vida a su manera, sabía a lo que se exponía al no cumplir el tratamiento. Es muy importante dar este mensaje, porque hoy el HIV no es mortal, es una enfermedad crónica y la gente no tiene por qué morir", afirmó Cahn.