Celina Rucci recorre la pasarela con un vestido azul eléctrico. Da zancadas enormes mientras mueve sus brazos como una odalisca. Abajo, en primerísima fila, está él, Claudio “el Mono” Minnicelli, cuñado de Julio De Vido y marido fiel.
La aplaude, la sigue con la mirada, y la vuelve a aplaudir. El “Mono” Minniceli es el marido perfecto, sí, ya lo habíamos dicho. Como un perro faldero que corteja a su dueña, el cuñado del ministro de Planificación acompaña a su mujer adonde sea y la alaba sin reparos.
Esta vez fue en el Hotel Sheraton, durante el desfile de los diseñadores Marcelo Rivero y Fabiola Alonso, que además es mujer de Miguel Ángel Cherutti, otro marido presente y alabador (aplaudió cada pasada y habló maravillas del buen gusto que distingue a su señora). Mientras que Alonso presentó una colección informal, casi "playera", los vestidos de Rivero, de fiesta, se caracterizaron por su glamour y generosidad en los materiales.
Tan bueno es Minnicelli con Celina -que además de concuñada del superministro es pariente del sindicalista asesinado José Ignacio Rucci- que sólo festejó su presencia. Ninguna otra mujer en la pasarela mereció sus aplausos. Ni Reina Reech, que fue la estrella de la noche cuando apareció bailando arriba de unas botas tan altas que daba miedo.
El “Mono”, que conversaba al oído con el chimentero Luis Bremen (panelista del programa de Viviana Canosa, Los profesionales de siempre), bostezaba y miraba para otro lado hasta que aparecía ella, tan radiante y azul.
Es una lástima que no quiera admitirlo. Muchas mujeres morirían por tanta fidelidad. Pero él prefiere no hacerse cargo. O que nadie se entere. Ante la cámara de Perfil.com, el supercuñado fiel prefirió no abrir la boca y negar, rotundo, haber estado donde estuvo.
(*) redactora de Perfil.com