El “careo” judicial entre el mánager de Moria Casán, Luciano Garbellano; el asistente de la actriz, Alexis “Galo” Sotto y el joyero Juan Armando Benítez, propietario de “Armando Joyas”, terminó a los gritos y llantos en la Fiscalía de Luque, informa abc.com.py.
Durante el encuentro, el también productor y empresario Luciano Garbellano ofendió a los gritos a la fiscala, refiriéndole que era una vedette, que ya tiene preparados su conchero y su pluma para su próxima presentación en la Conmebol, y bromeó con que van a salir a escena Moria, la fiscal y el joyero, en una revista titulada “¿Dónde están las joyas?”.
El productor también le dijo que estaría confabulada con la contraparte –el joyero luqueño Armando Benítez–, y por tener supuestamente presiones de parte de un senador. Totalmente ofendida, la fiscal se retiró llorando. “Nunca en mi vida fui tan ofendida como ahora”, dijo, y anunció a la prensa que se apartará de la causa.
“Es un loco, desubicado y atorrante”, disparó la fiscal Campos contra Garbellano. “Nunca en mi vida me trataron tan mal como ahora”, aseguró.
