La fórmula sonaba imbatible: una actriz argentina aclamada en Londres, un actor consagrado dentro de la industria de los musicales y una estrella de la canción latina con legiones de seguidores en todo el mundo. Evita parecía tener todo para volver a desembarcar con éxito en Broadway durante 2012, y el cálculo no falló.
“Esto no es sólo entretenimiento, chicos. Esto es arte”, escribió el crítico teatral Ben Brantley en el prestigioso New York Times. Y, en ese sentido, las voces parecen coincidir en que no hay lugar para la ironía ni la liviandad en esta versión del célebre musical escrito por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice que el jueves por la noche tuvo su estreno oficial en Nueva York.
Alfombra roja. A pura sonrisa, Elena Roger, Michael Cerveris y Ricky Martin se pasearon por la red carpet que vestía la entrada del teatro Marquis, en Broadway.
El desfile de celebridades había comenzado a las 17, y entre las personalidades que más se destacaron podían contarse a la periodista Barbara Walters, el actor Michael Douglas, las actrices Vanessa Williams y Debra Messing, el empresario musical Tommy Mottola y su esposa Thalia, el diseñador Valentino, la editora de modas Anna Wintour, la comediante Kathy Griffin, el músico Rubén Blades y el embajador argentino Jorge Argüello. Josefina Scaglione, la joven rosarina que durante 2008 protagonizó Amor sin barreras en Broadway, también estuvo presente en el estreno.