ESPECTACULOS
Las estrellas

Fenómeno cool con temas tabúes

Desde que debutó, la tira sacude el rating con historias atípicas en un horario para toda la familia: prostitución vip, la homosexualidad, y la corrupción. Lamothe, Kloosterboer y Urtizberea analizan el éxito.

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ELLAS. Urtizberea (Flor), Kloosterboer (Lucía), Cid (Virginia), Pérez (Carla), y Bustos (Miranda). | el trece

Lo que sucede con el éxito de Las Estrellas es interesante. Más allá del rating, que las acompañó desde su estreno en mayo hasta la fecha, se convirtió en un formidable vehículo de temas, incluso tabués para el horario central y un público amplio. Dentro de un envoltorio “cool” –Celeste Cid, Marcela Kloosterboer, Violeta Urtizberea, Natalie Pérez y Justina Bustos, y los hombres: Esteban Lamothe, Luciano Castro, Rafael Ferro, Peter Alfonso, Nicolás Francella, Nazareno Casero, Nico Riera–, se exploró el Síndrome de Tourette, en la génesis se abordó la prostitución vip, y también hubo espacio para el lesbianismo, la corrupción, la cárcel e infidelidades, entre otros. Y lo curioso es que no sólo no generó rechazo en las audiencias, sino que se convirtió en la ficción local más vista del año.

Actualmente, la historia de amor gay entre Flor (Urtizberea) y Jazmín (Julieta Calvo) es la más aclamada por los seguidores. “Son temas menos naïf tratados en un horario para toda la familia. Nos tenemos que poner a la altura del nivel de producciones de afuera que son jugadas con las temáticas, amorales, donde el protagonista puede cometer actos indebidos y sigue siendo amado por los espectadores. Acá nuestros personajes no son políticamente correctos”, remarca Urtizberea. Lamothe suma: “La estética también es muy importante, es un programa fashion, que marca tendencia, porque hay cinco chicas que actúan bien y son lindas y entonces se volvieron un referente para otras mujeres”. “Desde la producción buscamos potenciar al elenco con un ambiente naturalista, urbano, y por eso el hotel boutique tenía que estar sí o sí en la zona de Palermo. Desafiamos a la técnica con escenas con tránsito, grabamos en muchos bares hoy de moda, y nos pusimos incómodos para mejorar el producto. Esa es otra clave”, analiza Adrián González, Productor Ejecutivo de Pol-Ka.  “Creo que mantuvimos el liderazgo por la identificación que tiene la gente con alguno de los personajes. Siento que es una novela real, cotidiana”, reflexiona Kloosterboer.  

Marta Betoldi es quien piensa y escribe los guiones, trabaja en conjunto con Santiago Guerty, Esteban del Campo y Juan Ciuffo. “De pronto el espectador se encuentra con la comedia y después con algo más profundo, oscuro, que hizo de Las Estrellas un estilo de comedia femenina o romántica muy particular”.

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A lo largo de los capítulos, pasaron distintas escenas de sexo: “No hay intención de mostrar, sino la conexión del amor, tuvimos algunas escenas un poco más arriba como la de Esteban y Celeste, pero el programa no pasa por las escenas de sexo”, dice González. Sobre el papel de los hombres que rodean a las cinco hermanas, Betoldi señala que “todos son personajes satelitales y muy distintos, tenemos príncipes, el hombre proveedor, el que sostiene, el manipulador, pero todos son creados para cumplir una cuestión de necesidad femenina por lo que les produjo a cada una tener un padre ausente”.   

Otro detalle de Las Estrellas son la cantidad de personajes que pasaron por el programa: 106 actores entre los que están Peter Alfonso y Vanesa González quienes llegaron para quedarse, y las importantes participaciones de Martina “Tini” Stoessel que grabó ayer, y el personaje clave de Osvaldo Laport, en el papel de Mario Estrella, el padre de las cinco hermanas que –supuestamente– había fallecido. “Stoessel grabó el viernes, pero será para mucho más adelante. Ella vendrá al hotel porque es amiga de uno de los chicos y se la verá cantando una canción en la zona del deck. Laport empezó el miércoles y grabará seis capitulos en ocho días y aparecerá en pantalla en la semana del 13 de noviembre”, anticipa González, productor de Pol-Ka desde hace 20 años. “También vendrá a cantar Deborah del Corral –agrega–, porque utilizamos muchas canciones de ella para darle sonoridad a la novela”.  

Un punto importante es que las grabaciones tienen un pequeño margen con el aire. El viernes se emitió el capítulo 111 y los actores graban entre seis y siete episodios adelantados. En cuanto a la escritura de los libros, Betoldi y equipo van muy alejados a los tiempos del aire, algo inusual para una tira. “Desde que empezó vamos 42 capítulos adelantados. Como autora me da tranquilidad porque ves la curva de los personajes, aunque a veces te perjudica y tenés que reeditar”, cuenta Betoldi.