Los productores de Gran Hermano estudian la posibilidad de invertir los desmesurados ingresos que dan las llamadas telefónicas de los televidentes en comprar un programa de computación que podría medir la sinceridad de los jugadores en el confesionario.
El programa, llamado LVA o Voicegraph , tiene la capacidad de detectar el grado de stress que tienen las respuestas de las personas, según los datos que surgen del análisis de su tono de voz.
El sistema ya fue usado por los productores de la versión de Gran Hermano en Australia y en Telefe ya enviaron a un productor local a ese país para investigar el asunto.
Según comunicaron las autoridades del canal a la agencia Reporter, "la idea es utilizarlo en los confesionarios de los participantes de 'Gran Hermano 2007' para establecer si los chicos dicen o no la verdad ante determinadas preguntas".
Los directivos del ciclo aún no decidieron si, de usar el dispositivo, modificarán las reglas del juego de acuerdo a los resultados que podrían arrojar falta de sinceridad en las respuestas al Gran Hermano.