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Isabel Coixet

Isabel Coixet: “Estamos listos para hablar de cosas que unen a las personas”

La cineasta española presenta por HBO su primera serie: Foodie Love, una oda a la comida y a los vínculos sentimentales. Reflexiona sobre su país y sus relatos.

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Estreno. La famosa directora premiada a nivel internacional desembarca en el mundo de las series con una propuesta diferente. | gza. hbo

Uno de los aspectos que impactan de la nueva serie de HBO, Foodie Love, desde el viernes 6, a las 21.30, es cómo cada instante de los cruces entre él (Guillermo Pfening) y ella (Laia Costa) son ahora reconfigurados bajo la luz de la vida en pandemia. Foodie Love siempre se planteó como una serie que visitaba, en cada episodio, un lugar distinto, un punto gastronómico distinto alrededor del planeta, y esa visita se daba en un momento de la vida sentimental de él y ella. Eso no se pierde, claro, en la creación de la directora española que compite en festivales de cine internacionales como Berlín o la Viennale. Pero ni a ella se le escapa esa reestructuración de todas esas postales: “Yo creo que todo, no solo la serie, se ha reconfigurado. Yo terminé una película en febrero y se tenía que estrenar ahora y se ha suspendido evidentemente el estreno. Quizás ahora la serie tiene más valor porque te permite volar y degustar los platos que hoy al menos no se pueden degustar. Al ser una serie en varios países, de mucho color, de vida en otros lugares, en ese sentido, claro, ha ganado”.

La directora, encantada con sus actores, cuenta: “Me gustaba este vínculo de un hombre con muchas cualidades femeninas, y una mujer con muchas cualidades masculinas. Mis actores, Guillermo y Laia, fueron una experiencia súper. Ojalá en Argentina se vea mucho porque Guillermo Pfennig es un pedazo de actor, uno de los tipos más divertidos y locos con lo que he trabajado. Tengo que escribir otro papel para él porque se lo debo”.

—¿Qué te interesaba capturar de esos momentos de comida de esta pareja?

—Yo siempre he dicho, es verdad, que cuando mis amigos viajaban me llamaban y me preguntaban: “¿Dónde puedo ir a comer en Osaka?”. Me gusta el chiringuito en la playa y un restaurante Michelin. La experiencia foodie no es solo disfrutar de la comida, también es disfrutar el ambiente. Ahora hacen delivery, claro, no queda otra. Para mí la comida es la mitad del lugar. Es la luz, la atmósfera, que haya vida, pero no haya demasiado ruido.

—¿Cómo ves los sucesos actuales de series españolas y del cine de la región en el mundo?

—No tengo mucho que ver. Me parece estupendo que la gente se haya enganchado a esas series a nivel masivo. A mí estas series que son tan populares mucho no me han gustado. Como autora, no es el camino que yo tomo ni quiero tomar. Creo que las cosas que se están haciendo relevantes no son ésas.

—¿Cuáles son los relatos que necesitamos a partir de todo esto que nos está pasando en todo el mundo?

—Es una pregunta que nos hacemos todos los autores ahora. Todo lo que está saliendo y que se hizo antes de la pandemia, sobre pandemias, generaron una iconografía del desastre que nos ha vacunado en el sentido de no poder apreciar lo que está pasando. Desde Day After Day a films como Joker, nos han vacunado. ¿Cómo dar esperanzas a un mundo donde las grandes palabras se resquebrajan? No sé si los autores estamos preparados. Estamos listos para hablar de las cosas esenciales que unen a las personas, no tanto soluciones.