“Bueh, tampoco soy Mirtha Legrand”, suelta con ironía y una de esas sonrisas que –dicen– es difícil provocarle. No es “la señora de los almuerzos” sino su nieta Juana Viale del Carril. Cumplió 26 años y ya tiene dos hijos, pero todavía conserva algo de la pinta de adolescente esquiva con la que adquirió fama propia gracias a sus denodados intentos de rechazar la que le venía por linaje. Excepto que ahora tiene flequillo. Y es actriz.
“Estaba un día en mi casa, aburrida, y decidí cortarme el pelo. Ahora hay bastante gente que no me reconoce. Pero bueno, después de la maternidad tenía ganas de cambiar un poquito.”
Ya era mamá de Ambar, fruto de un brevísimo noviazgo con el hijo de Piero, Juan De Benedectis. Pero su último embarazo no fue sencillo: Juana debió pasar los últimos setenta días en reposo total. Silvestre nació sietemesino y pasó casi un mes internado. “Eligió vivir”, definió la bisabuela por televisión.
“A mucha gente le llegó fuerte ese comentario. Pero está a la vista. Eligió vivir y ahí está: gordo, gracias a Dios. Ya está en su peso.”
—Los primeros momentos fueron difíciles. ¿Ya lo estás disfrutando?
—A mí me dieron el alta cuatro días después de ser madre y desde ahí que no me volví a acostar. Duermo parada, como parada. Pero estoy feliz.
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