Perdió la sonrisa. Hacía esfuerzos por mantenerse calmo y no podía. Intentó, como siempre, hacer la mímica de la canción del programa antes de ir al corte, pero tampoco pudo. Anoche, Marcelo Tinelli estaba realmente enfurecido.
Quien lo sacó de quicio fue Pancho Dotto. El manager llegó al estudio cuando se reveló que quieres pasaban a la instancia del voto telefónico eran la ganadora de Gran Hermano Marianela Mirra y su representada, la modelo y conductora Dolores Barreiro.
Apenas le alcanzaron el micrófono para que alentara a Barreiro, Dotto encendió la mecha del conflicto: " Dolores no va a ganar, porque nosotros no tenemos ningún ' telecentro'".
Lo que el representante quiso dar a entender es que gente cercana a la tucumana tendría a su disposición un " call-center" para votar a su antojo. De todos modos, no solo Dotto hizo publicidad –sin quererlo- a la compañía de televisión por cable. Lejos de corregirlo, Tinelli, Carmen Barbieri, Moria Casán repitieron cerca de treinta veces la marca queriendo significar otra cosa.
Pero lo más importante fue, sin duras, la reacción del conductor frente a las palabras –confusas, entreveradas, lastimosas- de Dotto. Su cara se transformó de pronto. " En este país todos dicen que todo está arreglado, que todos son corruptos ", se enojó y le pidió al representante que no se haga eco de esas acusaciones sin sentido ni argumentos.
De la discusión participaron también los cuatro miembros del jurado. Casán y Jorge Lafauci acusaron indirectamente a Barreiro de haberlos "puteado" en los pasillos. Luego, la diva recomendó a Dotto que se callase porque estaba perjudicando a Barreiro.
La pelea, en realidad, había comenzado mucho antes. Cuando la semana pasada Mirra en varias entrevistas había acusado a Barreiro de ser una "chica extraña". "Ni siquiera debe saber el nombre de su soñador", señaló.
La ex GH se quejaba de que muchas famosas ni siquiera la saludaban y aseguró que su estadía en el certámen era un infierno. Algo parecido a lo que hizo en el concurso de Telefé y que tan buenos resultados le trajo: convertirse en víctima.
Finalmente, Mirra volvió a demostrar su "talento" para ganar compulsas telefónicas. Se quedó en la competencia y Barreiro se fue con Pancho Dotto a otra parte. Pero antes de que el programa terminase, la tucumana se despachó contra el manager. " Es una falta de respeto lo que hizo" porque " desmereció todo el sacrificio que hice para estar donde estoy y el cariño de la gente que me vot ó", señaló ofuscada. Sacrificio... ¿Se habrá equivocado de palabra, también?
*Redactor de Perfil.com