ESPECTACULOS

La vuelta de Mirtha: "Si hiciera falta, iría a Olivos por CFK"

Hoy reestrena sus clásicos almuerzos. Felicidad y alternativas al retiro. Galería de fotos

Señora. Mirtha lamenta que la ataquen por posturas políticas, pero se siente respaldada por el afecto del público.
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Renovada y enérgica, la actriz y conductora que está nominada a los Martín Fierro como mejor actriz por La dueña, vuelve a la pantalla de América los domingos de 13 a 15. Con sus famosos almuerzos, que la acompañaron por más de cuarenta años y con Las galas de Mirtha, un programa especial que hará un sábado por mes a la noche, asegura que está llena de expectativas, aunque confiesa estar un poco nerviosa ya que hace dos años que no conduce.

Sobre su nominación afirma: “Es la primera vez que me nominan y estoy muy orgullosa. Pero no creo que lo vaya a ganar”. Asimismo, confiesa que le encantaría tener en la mesa a la Presidenta y a su Santidad, y que ya les envió una carta a ambos. Mientras de Cristina no obtuvo respuesta, confiesa que el Papa le contestó con una carta maravillosa y cariñosísima que va a leer el domingo al aire.

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—¿Cómo te sentís con este regreso?
—Me siento muy feliz, felicísima. Muy contenta y con muchas expectativas. Estoy un poquito nerviosa, no lo puedo negar (risas), porque hace dos años que no hago conducción. Nunca pensé que iba a volver, pensé que los almuerzos no volvían.

—¿Por qué creías que no iban a volver?
—Como el año pasado hice ficción con La dueña, pensé que seguramente los almuerzos ya no iban más. Pero se presentó esta oportunidad de América y de Endemol, y la verdad que fue Nacho, mi nieto, el que organizó todo.

—¿Te gusta salir los domingos?
— Sí, me gusta porque pienso que la familia está reunida. Estoy encantada con la mesa de este domingo, pero yo quería a Sergio Massa y a Martín Insaurralde juntos. Me parecía un buen binomio y me gustaba que debatieran. Pero uno de los dos no quiso.

—¿Quién?
—Massa.

—¿Cómo te sentiste cuando del canal le dijeron que no a Adrián Suar?
—Me pareció raro porque la verdad que era un lujo tenerlo a Adrián, pero América decidió que empezara sólo con los almuerzos, no que empezara a la noche. ¡Pero Adrián va a venir eh! Voy a hacer una vez por mes una gala que se va a llamar Las galas de Mirtha y voy a homenajear a una figura importante.

—¿Por qué creés que este año la televisión abierta tiene bajo encendido?
—Me parece sorprendente. Lo que todo el mundo dice es que mucha gente se pasó al cable. Yo sigo viendo televisión abierta, aunque los programas políticos, que me encantan, los veo en el cable. Han bajado mucho los niveles de audiencia en la televisión. No sé qué hubiera pasado si Tinelli hubiera estado en el aire.

—Se vienen las elecciones. ¿Ya sabés a quién vas a votar?
—Sí, pero no lo voy a decir (risas).

—¿La invitaste a Cristina al programa?
—Sí, la invitamos. Le mandamos una carta, pero no ha respondido todavía. Ella no va a programas de televisión. Igual, yo no le pedía que viniera, hubiera ido a Olivos o a la Casa de Gobierno. Pero Cristina no sale, yo creo que va a contestar con una carta cordial rechazando la invitación. Pero la tuve tres o cuatro veces cuando era senadora y vino con Kirchner. Con ellos hice El Calafate y dos almuerzos, pero ahora no creo que venga. Yo apunté para arriba y le dije a mi equipo de producción que me gustaría tener a su Santidad y a la Presidenta. Entonces, mandamos una carta a Presidencia y otra para el Papa a la nunciatura, que contestó al poco tiempo con una carta maravillosa y cariñosísima que voy a leer el domingo al aire.

—¿Qué te pareció que el Papa haya dicho que no es quién para juzgar a los gays?
—Me gusta mucho. Yo creo que va a cambiar la Iglesia. Ya está cambiando la Iglesia. Me parece que lo que más le va a costar es cambiar el Banco del Vaticano, ese es un hueso duro de roer. Es un líder, tiene alma de líder, porque haber manejado a tres millones de personas en las playas de Copacabana sólo un hombre con una fuerte personalidad lo puede hacer. Es jesuita y los jesuitas son así.

—¿Es la primera vez que competís como actriz en los Martín Fierro?
—Sí, es la primera vez y estoy muy orgullosa. Tengo competidoras muy serias, excelentes actrices. Pero aunque no gané, ya estoy contenta. Que me hayan puesto en la terna de cinco con Soledad Silveyra, Mercedes Morán, Gloria Carrá y Muriel Santa Ana ya me encanta.

—¿Pero creés que lo podés ganar por “La dueña”?
—No, pienso que no. Creo que son muy buenas ellas, que hicieron trabajos muy dramáticos y muy serios, y son muy experimentadas como actrices. Yo voy a ir con un vestido divino, de muy buen humor y muy contenta (risas).

—¿Te gustaría volver como actriz?
—Sí, me hubiera encantado hacer una continuación de La dueña, La dueña 2. Igual, ya pienso en retirarme en poco tiempo. Retirarme como actriz y conductora, pero me gustaría seguir en el ambiente artístico al que adoro y amo. Me gustaría producir teatro. Viajar, ver una obra que me guste en París, comprar los derechos y presentarla acá.

—¿Y del tema Maradona?
—Pienso que ellos deben estar sufriendo mucho, porque es no tener vida privada. Es escarbar demasiado, ya no se sabe qué más comentar. Si tiene amores con una o con otra. Creo que a Claudia y a sus hijas les debe provocar mucho dolor. Pienso que también hay que tener respeto por la gente.

—¿Cómo viviste vos los momentos de tanta exposición familiar?
—Con mucho dolor. Ya no se puede esconder nada en la televisión. Con los celulares te sacan fotos, te persiguen por todos lados. Decí que gracias a Dios yo no tengo nada que esconder, pero siempre provoca dolor cuando se meten con algún miembro de la familia.

—¿Los medios tendrían que tener algún tipo de límite?
—Sí. Yo creo que habría que tener algún límite, respetar la intimidad de la vida de cada uno. Una vez leí que el que se mete en política echa su honra a los perros, y en la vida artística es lo mismo. Ya no tenés vida privada, no tenés nada.

—¿En que creés que cambiaron los tiempos televisivos desde que no estás?
—Pienso que está más lanzada la televisión, que no se detiene ante nada. El rating nos ha quemado el cerebro. A mí no, gracias a Dios. Yo no me manejo por el rating, pero le quema el cerebro a la gente. Es una desesperación y ya se recurre a todo. Yo una vez dije en un programa de televisión que por un punto de rating se mata a la madre. Es fuerte, pero es verdad. Por un punto de rating se llega a extremos terribles.

—¿Cuáles son tus deseos más profundos para lo que viene?
—Tener una vida tranquila, ser feliz y disfrutar de la vida y la familia. Digo tranquila porque no me gusta cuando mis colegas me atacan porque están en veredas opuestas políticamente, me parece muy desagradable. Porque yo generalmente con todos he sido correcta, amable y cariñosa. Pero por suerte yo cuento con una cosa que es invalorable y es el cariño de la gente. Eso no tiene valor.