La separación de Mariano Martínez y Luisana Lopilato debe haber traído inconvenientes a María Eugenia Ritó, ya que debió ubicarlos de urgencia en mesas separadas en su fiesta de casamiento.
Así se mantuvieron los dos, casi toda la noche y ni siquiera se cruzaron al momento de bailar. Pero, según indica el sitio primiciasya.com, cerca de las tres de la mañana, los invitados se sorprendieron al verlos conversando, muy juntos, en un rincón solitario del salón. Hubo besos, abrazos y mimos.
En ese momento, todos los presentes apostaban a una posible reconciliación y esperaban verlos salir juntos de la fiesta. Pero no. Lopilato se fue solita a las cinco, y Martínez lo hizo un rato después.
Por supuesto que en la puerta los esperaba la prensa. Martínez ni siquiera se detuvo para hablar. Lopilato paró para hablar con ellos pero dijo poco: “de mi vida privada, no hablo”.
¿Habrá reconciliación? Ni siquiera ellos parecen saberlo.