ESPECTACULOS

Murió Sandro: las “chicas” se quedaron sin tener a quién revolearle la bombacha

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La muerte llegará, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie.

Jorge Bucay
 

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Esta noche por primera vez la viuda de Sandro va a dormir sola, no porque quiera, sino porque le han quitado al macho de América, pero no sólo a ella, a todos nosotros nos quitaron a nuestro macho. Algunos pensaran que este gran cantor, tras su desaparición será reemplazado por otro.

No.

Porque Sandro fue único.

Los que quisieron y quieren expresar el sentimiento que provoca su muerte, sienten, suponen o intuyen que a partir de aquí habrá que reemplazar su ausencia. Habrá un antes y un después de Sandro, eso esta claro. Para los que crecimos al calor de su música, para quienes despertamos a la adolescencia con sus bellas canciones, la muerte de Sandro, el fallecimiento de este cantor inigualable que marco una época junto a Palito Ortega, Cacho Castaña y Gilda representa mucho más que la desaparición física de una persona. Creo que para muchos de nosotros el 4 de enero a las 20:40, cuando los noticieros anunciaron el desenlace final, algo cambió, desde el más allá se escuchó de nuevo ese “rosa, rosa…” tan conocido que marcó la historia de un pueblo.

Hoy, al escuchar de la muerte, y verme mas viejo, con la barba crecida, el pelo mal cortado, sentí que yo también estaba entrando en una etapa distinta, que el pasado se había vuelto mas que nunca irrepetible, hay canciones que por más que se repitan perdieron algo o todo lo que las hace inolvidable, pero este no es el caso del gitano, ni nunca lo será. Tendremos que hacer un viaje, ir en busca de otros cantantes, otras figuras, otros hitos, pero nada podrá quitarnos, nada podrá evitar que una y otra vez recordemos sus canciones, la desesperación de sus chicas por tocarlo, por llegar a tocar un poco de ese ídolo. Cuáles eran sus sueños y cuáles son los nuestros y, sobre todo, qué nos queda de esos sueños a cada uno de nosotros, que le queda a Don Sandro que sueña ya para siempre.

Está claro que ahora la vida sigue para muchos y para él no porque está muerto, pero siempre latirá en nuestro corazón su música que no dejará de darle calor y color a nuestra vida cada vez que la bailemos. En mi caso particular cada vez que intente imitarlo con una bata roja parecida a la suya que a tantas mujeres argentinas ratoneó. Hagamos un segundo de silencio por el rey, demostrémosle nuestro respeto, bailemos como Sandro hubiera querido, porque este es un día de fiesta. ¡ Salud Sandro!

(*) Director de prensa - Municipalidad de Gral. San martín