Hace rato que peina canas, pero nunca como en esta etapa de su vida se sintió tan maduro. Hay muchas cosas que dejó atrás, lo cual a veces se nota a simple vista y otras, sólo cuando el instinto le da permiso para exhibir su corazón. El domingo 21 de septiembre, mientras los estudiantes y los enamorados festejaban el "Día de la Primavera", Pablo Echarri cumplió 39 años.
Luego de la función de "The Pillowman", fue interceptado por sus fans en el hall del teatro Lola Membrives. Allí le hicieron regalos y le cantaron el "cumpleaños feliz".
"Nunca me imaginé que iba a sentirme así cuando estuviera en el umbral de los cuarenta años, aunque intuía que lo que viene siempre es mejor que lo que dejás. Trabajar como lo hice conmigo mismo, como persona, padre, marido y actor, hace que la diferencia entre los veinte años y los cuarenta, sea muy positiva. Ahora tengo más herramientas para enfrentar al mundo y, por ende, mayor capacidad para disfrutar. Los personajes más oscuros y más humanos que disfruto encarnando últimamente, me proponen más aristas como actor y me representan mejor como hombre", confiesa Echarri a CARAS, antes de describir su panorama laboral.
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