Las dos dejaron sus provincias natales para participar de las segundas ediciones de realities exitosos. Las dos mostraron, sin tapujos, sus cuerpos llenísmos de curvas y sacaron rédito de sus caras angelicales y los ojos claros. Las dos, claro, pisaron por primera vez un escenario de la mano de Gerardo Sofovich, dándole inicio a una nueva cosecha de chicas mediáticas.
Las similitudes, entonces, eran innegables. Tanto que alguien las apodó en algún momento "las mellizas". Tanta simbiosis, parece, provocó un profundo rechazo en la santiagueña hacia su colega rosarina.
Tanto, que a pesar de que hace tiempo que no se cruzan ni en un escenario ni en un set, Pamela no puede dejar de hablar sobre Silvina. " No volvería a trabajar con ella. Es una cuestión de piel", dijo en su programa, Fuera de Foco, amparada en la complicidad de su invitada, la inclasificable Nazarena Vélez.
" No sé qué le pasa conmigo. Hace años que no trabajamos juntas. Yo creo que habla sobre mí porque es muy insegura", retrucó Luna en todos los programas de chimentos.
Ni siquiera esa "chicaneada" logró ponerle un bozal a la morocha. Otra vez no pudo resistir la tentación de hablar. Y, de nuevo, el lugar elegido para lanzarle dardos a Luna fue el programa que conduce por América. Según informa la revista Semanario, "mientras entrevistaba a Ximena Capristo, la negra debía sacar cartas con rostros de famosos y salió el de Silvina".
" Vos tenés que hablar de ella, yo no hablo, mejor", le dijo a la compañera de encierro de Luna en Gran Hermano. La respuesta de Capristo fue terminante: " Silvina es así... O la querés o no la querés. Yo la quiero".