ESPECTACULOS
ENTREVISTA A VIGGO MORTENSEN

Paseo por el Siglo de Oro Español

Acostumbrado a las espadas, el estadounidense pasó unas noches en vela en Buenos Aires, apuró algunos vinos, esperó el amanecer y promocionó al Capitán Alatriste.

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UN DURO. Al Aragom de "El seor de los anillos" le debe la fama mundial. | Cedoc

Tres características demandaba el director Agustín Díaz Yanes para quien fuese el protagonista de su película Alatriste : ser un excelente actor, hablar perfectamente el español y poseer renombre internacional. El norteamericano de padre danés y madre estadounidense, Viggo Mortensen, satisfacía todos los requisitos y ello le permitió encarnar al soldado veterano de los tercios de infantería española, concebido por el escritor castellano Arturo Pérez-Reverte, en su exitosa novela Las aventuras del Capitán Alatriste: “Doy gracias al éxito de El señor de los anillos. De no ser así le habrían dicho al Tano (Agustín Yanes) ‘estás loco, no nos importa si habla castellano, si no es conocido fuera de España no se consigue el dinero’ ”.

A pesar de los atributos que le valieron el papel del valiente soldado del siglo XVII, Viggo, que vino a Buenos Aires a promocionar el film de Fox, se muestra como una persona humilde y dispuesta a compartir sus miedos: “Un día antes del rodaje llamé a Ariadna (Gil), pues tenía un miedo bárbaro y ya había jorobado bastante al director”, comenta sin retaceos. “Nos juntamos a tomar algo y finalmente se lo dije. Ella me confesó que también se sentía así y nos quedamos temblando, comiendo sopa de lentejas y tomando mucho, mucho vino para aguantar”.

—¿Cuándo se siente seguro en un personaje?

—Si hacés las cosas bien y estás bien acompañado, el oficio de actor es lo más fácil del mundo. Cuando no sabes como entrar, te sentís como un payaso y es lo más terrible. En este caso fue lo primero.

—¿Hizo alguna investigación sobre la época de la película?

—Leí autobiografías de soldados, examiné cuadros de Diego Velázquez tratando de encontrar el personaje, y leí la obra de Francisco de Quevedo pensando qué le diría si fuese mi amigo.

—¿Es un actor accesible después del éxito de El señor de los anillos?

—Hay que permanecer un poco abierto y confiar en la suerte. No esperaba leer un guión para hacer de un español del siglo de oro. Por eso prefiero evitar las ideas fijas antes que decir ‘no puedo, dentro de cinco años tengo que hacer Hamlet’.

Además de actor, se dedica a la poesía, la fotografía, la música y la pintura ¿Cómo es su conexión con el arte?
—Como con cualquier otra cosa que hago. Se puede vivir artísticamente sólo prestando atención. En el momento en que prestás alguna atención ya estás expresando, aunque sea silenciosamente, lo que acabás de sentir.

—¿Volvería a vivir en Argentina?

Si no tuviera familia y asuntos que no están acá, seguramente sería la base entre los viajes. Especialmente ahora que me encuentro aquí. Anoche me quedé junto a mis compañeros a mirar la puesta del sol en la terraza y les indicaba con entusiasmo: ‘para allá está Uruguay, para allá Boedo, Palermo para allá...’

—¿Escucha tangos?

—Sí, sobre todo los viejos.

—¿Le gusta cantarlos?
—Por supuesto, ¡aunque no sé si a la gente que me rodea le gusta escucharme!

—Susana Giménez fue a la avant-premiere. ¿Lo halagó?

—Entró fuerte (contesta mirando en forma cómplice a Ariadna Gil, sentado junto a él). Al parecer, va a ver pocas películas. Se la veía disfrutar y hacer comentarios durante la función.

Trasnoche junto al “Ciclón”

Cuando se le pregunta a Viggo Mortensen si le costaba seguir el ritmo trasnochador de los españoles, el director de la película allí presente salió al cruce para aclarar “¡pero si él no duerme nada, nosotros nos subimos al ritmo de él! ¡Nos mató!” y Viggo ilustra: “anoche conocimos al ‘Bambino’ Veira. Nos quedamos hasta las cinco de la mañana, luego dormimos unas pocas horas y nos levantamos a promocionar”. Mientras espera el domingo para ir a ver a sus ídolos contra Lanús, parte del plantel de San Lorenzo asistió a la avant premier del miércoles: “Vinieron cuatro del equipo actual y los ‘matadores’: el ‘Bambino’ Veira, el ‘Lobo’ Fisher, Sergio Villar, Roberto Telch, ‘Batman’ Guttice y el ‘Beto’ Acosta”. Luego de la función, los artistas junto a algunos jugadores se dirigieron al Faena Hotel a celebrar: “Eso es lo lindo que te regala el cine, cuarenta años después del 68 todo se da vuelta. En esa época yo era un niño que vivía acá y ellos eran mis héroes” comenta Viggo emocionado.

—¿Cómo fue el encuentro?

—Una cosa loca para ambos. Me decían “¡gracias!” y yo les contestaba: “¡qué gracias!, el honor es para nosotros, ¡Ustedes han venido!”

—No se lo ve como una persona que viene a la Argentina para recluirse en un hotel cinco estrellas...

—Yo, si viajo a una ciudad, salgo y a lo sumo uso la habitación un par de horas. Sin embargo, cuando me acosté anoche a las 5 y media pensé (en alusión al suntuoso mobiliario del hotel donde se hospeda): “uy, si sólo tuviera ocho horas en esta cama!”.