Paris - Hey Jude, Get back, Eleanor Rigby. Las canciones inmortales de los Beatles sonaron la noche de ayer en el Olympia, en un concierto único de Paul McCartney, 43 años después de la actuación mítica de los Fab Four en la más conocida de las salas parisinas.
El espectáculo, de una hora cuarenta, recurrió en buena parte al repertorio de los Beatles: 13 de las 24 canciones interpretadas por McCartney y sus cuatro músicos fueron del grupo de Liverpool.
El cantante y bajista zurdo arrancó la noche con Blackbird, solo, acompañándose a la guitarra, y clausuró la velada con su grupo al son de un Get back encendido, como segunda propina al público.
Entre esos dos títulos, Ma Cartney desgranó otros once títulos de los Fab Four a lo largo del concierto: Got to get you into my life, The long and winding road, I'll follow the sun, Eleanor Rigby, Michelle, Back in the USSR", I've got a feeling, Hey Jude (cuya subida final, coreada por todos los asistentes, es sin duda la más conocida de la historia del pop), y luego, en la primera propina, Let it be, Lady Madonna y I saw her standing there.
La mayor parte de estas canciones representan en el pop lo que la biblia de Gutenberg es en la imprenta, elementos fundacionales. Y son las que más entusiasmo suscitaron en el público después de un arranque más bien modoso.
Los espectadores también ovacionaron títulos del periodo Wings, el grupo de McCartney que actuó en el Olympia en julio de 1972. El inglés, vestido con traje negro y una corbata fina, rindió homenaje a John Lennon cantando Herne toda, que compuso cuando fue asesinado su alter ego en los Beatles.
No faltaron algunos títulos de su último álbum, Memo Alemoste full, publicado en junio en el sello creado por la cadena norteamericana de cafés Starbucks. Todas las canciones fueron interpretadas de forma clásica por el grupo de Mccarey, que alternó la guitarra, el piano y el bajo, su famoso Hefner en forma de violín, que llevaba en bandolera.
Fuente: AFP