La idea para despistar a los paparazzi es salir durante tres meses todas las noches con una estrella de Hollywood diferente. "Una noche con Halle Berry, a la siguiente con Salma Hayek y al tercer día hago manitas con Leonardo Di Caprio en la playa", declaró Clooney a la revista Vanity Fair en su edición de noviembre.
De lo que se desprende que Goerge no es ningún perejil, y que además sabe apreciar tanto la belleza femenina como la masculina, que le gustan rubios y morochas y que no es para nada xenófobo, porque está dispuesto a salir con personas de otras nacionalidades.
"La gente probablemente compraría las revistas de chisme y miraría las fotos, pero no estaría segura de si realmente las fotos no están trucadas", añadió el actor de 45 años, que cree que con su plan desprestigiará el trabajo de los densos paparazzi. En el fondo, les dará tanto de comer a los pobres trabajadores de prensa que éstos se terminarán empalagando.
Y para no perder el tiempo, Clonney movió las primeras fichas de su plan, en la portada de la misma revista, se lo vio bailando, fundido en un abrazo, a la supermodelo australiana Gemma Ward, de sólo 18 años. Lo que se dice, el más vivo del condado.