Dulce de leche, sushi, shopping, meditación y cabalgata. Si hay algo claro en la visita de Richard Gere a Punta del Este, es que el actor norteamericano no se privó de nada. Tal fue su tranquilidad, que pidió no tener custodia la mayor parte del tiempo. Esto le valió que, en el medio de su estadía –y mientras caminaba por la calle céntrica Gorlero– una mujer se acercara a él y, cuando menos lo imaginó, recibiera una palmadita en su nalga.
"No quería custodia, aunque igual se le dio ese servicio", sostuvo a PERFIL la persona encargada de seguir de cerca al actor de Mujer bonita. Con ocho autos y un helicóptero a su disposición (que no usó), el actor estuvo tres días en el balneario esteño.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite