El polista Huberto Roviralta, que saltó a la fama hacía fines de los ochenta, luego de casarse con Susana Giménez, volvió a las pistas. Atrás quedó el traumático divorcio de la diva de los teléfonos - cenicero mediante y once millones de pesos a su favor - y los fugaces romances con Antonia Monsegur y Nazárena Vélez con quien, dicen, tuvo una breve pero intensa relación.
La noticia se conoció a través del sitio HaceInstantes.net: Roviralta se casará este año con Laura Arce, una mujer de 51 años, que heredó el título de condesa de su ex marido y que, como en los cuentos, su historia parece de fantasía.
Arce era una simple empleada cuando fue vista por el millonario y enamoradizo conde Federico Zichy Thyssen, que la ofreció una vida llena de lujos y placeres que no pudo rechazar: a cambio de un millón de dólares anuales por el matrimonio, Laura "abandonó" a sus hijos por contrato.
No obstante, un cúmulo de factores hicieron que la pareja pronto se derrumbara. Los ocho hijos del conde, sus cinco matrimonios y el haber resignado a sus hijos concluyeron en un divorcio entre ambos que dejó a Laura con ocho millones de dólares en su bolsillo. La historia de millones, casi calcada, la uniría tiempo después con Huberto.
Consultado por Semanario, el ex de Susana, guardó silencio: "No hablo de mi vida privada". Lo cierto es que a mediados de este año, contraería matrimonio con Arce mientras continúa practicando polo, ese deporte que lo acercó a casi todos sus amores de la clase alta.