Si un hombre es infiel, le suben las acciones; si lo hace una mujer, va directo a la hoguera

La pelea mediática entre Paul McCartney y su ex mujer Heather Mills parece estar llegando a su fin. Sin embargo, quedará el recuerdo de ella, como quien osó engañar y hasta humillar en público al ex beatle, y los juicios crecen por su condición de mujer.

No es la primera vez que la infidelidad en una pareja se hace pública, pero cuando el hombre en cuestión es tan conocido las cosas cambian.

Los prejuicios de la sociedad todavía señalan a la mujer por ser infiel, y la vuelven ruin para los ojos de la prensa. Sin embargo, esto no sucede con los hombres a pesar de los adelantos en la igualdad entre los géneros.

Mills pasó a tener mala prensa y se dijeron las peores cosas de ella, y todo empeoró cuando se supo que la ex de McCartney tuvo un amante en secreto durante seis meses.

Ella daba una imagen de inocente, pero al revelarse sus intenciones se volvió malvada y peligrosa para los ojos de la prensa. Se olvidó de que tenía cámaras por todos lados y sus romances no iban a permanecer ocultos.

La historia del ex Beatle con su ex no es el único caso de infidelidades conocidas. También son recordadas la de Bill Clinton con su becaria Monica Lewinsky, y la del actor Hugh Grant con la prostituta Divine.

Sin bien Clinton dejó la presidencia, siguió siendo reconocido como un político respetado y Grant aún consigue buenos papeles. Lo que demuestra que con las mujeres la sociedad sigue siendo más cruel.