Eligen hacer salidas íntimas, huyendo de las miradas curiosas y evitando los flashes. Pero a pesar de tomar todos los recaudos posibles para no ser pescados in fraganti, hay algo que Soledad Silveyra y Carlos “Chacho” Álvarez no pueden ocultar, y es que salen desde hace dos meses.
El martes 24, para cerrar el Día de la Memoria, el ex vicepresidente de Fernando de la Rúa y la actriz fueron a cenar a Las Cortaderas, en pleno Palermo –a pocas cuadras del departamento en donde vive Álvarez–, un restó rústico y con luz tenue del que él es habitué. Con el bajo perfil que caracteriza a esta pareja, Chacho y Solita llegaron a las 22, eligieron sentarse en un box lateral y pidieron una botella de vino para amenizar la velada.
A él se lo veía cansado y más canoso que de costumbre. Ella optó por una look relajado: vestido verde sin mangas, una pashmina, cero maquillaje y el pelo atado en una colita. En medio de la animada charla, Silveyra y Álvarez se tomaron de la mano. Según gente del local, la pareja ya cenó allí unas tres veces, y comentaron que el licenciado en Historia de 60 años solía ir con su ex novia, una mujer que ronda los 40.
Otra chance. La primera chispa entre ellos había saltado hace 20 años pero la blonda, que en ese momento estaba en pareja, no cayó en las garras del político. Sin embargo, el tiempo les dio revancha cuando Chacho recibió un llamado de la producción de Un tiempo después: Solita quería entrevistarlo. El, que no suele dar notas, dijo que sí apenas supo que se trataba del programa de Silveyra. La cita fue a fines de 2008, en Montevideo, Uruguay, donde Álvarez estaba instalado.