En días en los que está tan presente el tema de la violencia de género, el estreno de la película El incendio –la ópera prima de Juan Schnitman que se estrena el próximo jueves– viene a sumar un nuevo relato de ficción sobre el a veces conflictivo convivir de las parejas. “La película es de un nivel de violencia impresionante, pero casi imperceptible. Claramente hay cada vez más casos de violencia contra la mujer, pero también debe haber al revés, en relaciones sumamente tóxicas”, cuenta la actriz Pilar Gamboa, una de las protagonistas del film. Lucía –el personaje de Gamboa– tiene que disimular todo el tiempo los moretones que su pareja le deja en el cuerpo. De hecho, el acercamiento amoroso entre ellos bordea casi una violación. “La película habla de cuando dos personas, en un momento determinado de la vida pueden hacerse bien y en otras sacar lo peor del otro. Aquí se trata de una violencia compartida. Los participantes son dos. La violencia es un fantasma que sobrevuela la vida de todos”, sostiene Gamboa. Por eso aclara que está contra cualquier tipo de violencia, sobre todo cuando es provocada hacia una mujer, por lo que está totalmente de acuerdo con la manifestación #NiUnaMenos contra el femicidio que se convocó en el Congreso para el próximo miércoles.
A los 35 años, la actriz se encuentra en pareja con Rodrigo de la Serna –se enamoraron durante la ficción Tiempos compulsivos, en el 2013–, y dice que las cosas andan de maravillas y que están muy enamorados. Pero llega hasta ahí. Por ahora están muy bien viviendo en pareja. “La generación de mis padres se casaba para toda la vida y tenía hijos normalmente a partir de los 20 años, y podían estar cinco décadas juntos. Ahora eso es más libre. Uno se puede separar y armar amor en otra parte. Lo malo de eso es que hay mucho de abandonar prontamente. Somos una generación más fragmentada en relación al amor, somos adolescentes tardíos. Yo tengo 35 y no lo puedo creer, porque adentro mío tengo 25. Mi fantasía es que eso me va a cambiar cuando tenga un hijo, que ahí voy a tener la edad real”.
Más allá de la violencia en el hogar, El incendio se centra en los desbordes de la vida social. “En la película se vive una violencia física real y tangible, que está a flor de piel presente todo el tiempo. De hecho, hay situaciones fuera de la pareja que son tremendas, y que tienen que ver con el estilo de vida acelerada al que nos estamos acostumbrando”, explica Gamboa.
En ese terreno, dice que está harta de las grietas sociales que genera el debate político actual. “No soy fanática de la política. No me molestan los actores que se meten en ella. Son procesos y etapas y está bueno que si uno confía y cree en algo lo diga. ¿Por qué un actor debería ser más neutro? Siempre voto a la izquierda, porque confío en eso y no porque sea una votante idiota. Creo que un gesto político es hacer teatro independiente y sostenerlo en el tiempo. Uno aporta cultura a una ciudad”, y agrega: “¿no debería ser normal decir que uno es kirchnerista o no kirchnerista? ¿no debería ser ya menos polarizado todo? Es un horror que te juzguen por una opinión política. Me da mucha fiaca el kirchnerismo y el antikirchnerismo, una fiaca desoladora. Ver River-Boca-gas pimienta, K o anti K, la cosa tan violenta argentina de ‘estás de un lado o del otro’. Es una cosa que atrasa tanto, que desvía el verdadero debate de las cosas.”