ESPECTACULOS
crisis en continental

Una emisora partida al medio, sin destino

Víctor Hugo desmiente y contradice a columnistas y conductores. En medio de una constante implosión, la AM 590 pierde audiencia. Galería de fotos

Audiencia. Fernando Bravo, un histórico de Continental, sufre sangría de oyentes cuando deja el micrófono Víctor Hugo Morales, quien tiene una postura oficialista. Nelson Castro, en la previa, de 6 a
| Cedoc

Escucharla es una experiencia enloquecedora: de 9 a 13 es oficialista, y el resto del día, opositora. Presume de tolerante, pero emite un “pluralismo sanguinario” en el que “los pluralistas” fingen respetarse, pero no se hablan y, si lo hacen, se tragan lo que piensan. Continental rompe el significado filosófico de “transferencia” (ir de uno a otro), y lo que produce, en sus dos perfiles, es “interferencia” (imponer a otro una presencia no deseada). ¿Y qué hace la audiencia? Cuando empieza el programa del que no le gusta, o termina el que sí le agrada, mueve el dial. Se va. Y no vuelve. Porque el oyente es así: está y no está. Le hablás con el corazón y ni siquiera te responde con el oído.

Víctor Hugo de 9 a 13 (cuarto en la medición matutina) es el que mejor mide durante la semana. Y los programas vecinos, Nelson Castro (6 a 9) y Fernando Bravo (13 a 17), sufren una sangría de audiencia hacia Mitre: los oyentes de Castro y Bravo quieren oposición y en Mitre la tienen full-time.

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Víctor Hugo cuenta con una producción cuya estructura supera a la de Continental y a la de cualquier otra radio. Y lo demostró el 6 de agosto a las 9.47, cuando emitió en diez minutos los copetes grabados de siete de diez notas a Rogelio Frigerio (Banco Ciudad-PRO). Todas habían sido registradas el 31.7.14 durante una hora y 40 minutos. Y el hecho de que cada una estuviese grabada desde el mismo inicio señalaba que quien hizo el trabajo estaba escuchando al mismo tiempo una gran cantidad o todas las radios.

Víctor Hugo denunció la existencia de un operativo asociado de los bancos privados y la prensa para pagarles a los fondos buitre. Pero no reveló quién era el autor del enorme trabajo de escucha y sólo dijo que era “gente que me ha ayudado”.

A continuación el detalle de las notas emitidas: 6.24 Milenium-Charly Fernández, 6.33 La Red-Luis Novaresio, 6.45 El Mundo-Silvina Brandimarte, 6.56 Continental-Nelson Castro, 7.03 FM Latina-Ari Paluch, 7.25 Vorterix-Reinaldo Sietecase, 7.39 Mitre-Willy Kohan, 7.51 Rock & Pop-Ernesto Tenembaum, 7.58 Delta-Toti Pasman, 8.11 Nacional Rock-Pablo Markovsky.

Pero el hecho de que esta nota sobre radio Continental haga hincapié en Víctor Hugo responde a que se trata del periodista más emblemático de la emisora y es el que pateó el tablero.

En junio de 2008, con el empuje de Fernando Bravo (por entonces segundo en su horario), más el plus creativo de Víctor Hugo y la constante información de Daniel López, Continental iba derecho al podio.

Había armonía. Y un compañero de Morales recuerda que el Día del Periodista de 2008, el conductor se refirió a 6,7,8 como “lo que no debe ser el periodismo”.

Durante el conflicto con el campo, el programa se mantuvo cerca del sector agropecuario. Pero en octubre fue el llamado de Néstor Kirchner a Víctor Hugo y empezaron con su equipo las discusiones en el aire: con Marcelo Stiletano (por 6,7,8), con Daniel López (por información general) y con Jorge Elías (por Cuba y Venezuela).

En la actualidad se discute poco: Morales aclara que las ideas son de él y no de la mesa y, Adrián Stoppelman, que antes tenía el rol único de humorista, es ahora el principal columnista.

Paulino Rodrígues, llegado a la 590 de la mano de Víctor Hugo, no está más en La mañana y ahora va de 21 a 24.  

En síntesis: primero se partió el programa y luego se quebró la radio: el símbolo del naufragio fue la discusión entre Magdalena Ruiz Guiñazú y Víctor Hugo.

En cuanto a Competencia (ciclo deportivo de Víctor Hugo), hay que señalar que Continental no transmitió el Mundial de Fútbol y que el programa llegó a salir usando la cortina del ciclo De zurda (producido por la TV Pública y Telesur).

Víctor Hugo Morales planta temas importantes, pero suele tratarlos sin hacerse preguntas ni profundizar.

Por ejemplo:

A propósito de la inclusión social, ¿es lo mismo pertenecer que estar incluido? Con referencia a la lucha de clases: un movimiento que une a los ricos y a los más pobres ¿no termina atacando a los del medio? Sobre la riqueza: cuando las cosas se hacen por dinero, ¿no llega un momento en que el dinero se vuelve insuficiente? Y con referencia a la militancia: ¿por qué Rogelio García Lupo dice que “militancia es trabajar sin cobrar”?

El final de la relación entre Continental y Víctor Hugo Morales (si sucede) será traumático: 1°, hay un contrato con el periodista. Y la 590, después de pagar $ 5 millones a Rolando Hanglin por no renovarle el contrato, se cuida al extremo. 2°, es presumible que en el contrato de Morales exista una cláusula que aclara que no habría reclamos hacia atrás en caso de no renovarlo. Pero ese dato eventual no podría anular el hecho constitucional de que “nadie puede declarar contra sí mismo”.

Y 3°, Prisa nunca tuvo los papeles oficiales con la autorización de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (Afsca) que le otorguen la titularidad sobre radio Continental. Y ése es un serio riesgo en caso de pleitos con el Gobierno.

En la cúpula de radio Continental se encuentra un sector importante del conflicto. Pero por ahora, el director Nicolás Yocca calla e insiste en no recordar la reflexión de Séneca: “Cuando una parte del todo cae lo demás no está seguro”.