ESPECTACULOS
Robert De Niro

"Uno no sabe realmente lo que hace la CIA"

Su segunda realización, El buen pastor, se interna en el laberinto del espionaje de los EE.UU. Para lograrlo, el actor maduró el guión durante ocho años y tuvo contactos con la KGB para evitar la fácil antinomia Este-Oeste. Dice que nadie puede saber lo que realmente hacen los agentes de la Agencia Central de Inteligencia de su país. Con producción de Francis Ford Coppola, Angelina Jolie y Matt Damon encabezan el elenco.

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Para filmar su pelcula, De Niro tuvo contactos con la KGB. | Cedoc

"Es como un hijo”, explicaba en diciembre el actor Robert De Niro haciendo referencia a su segunda película como director, The Good Shepherd (El buen pastor). La frase no es para menos teniendo en cuenta que al protagonista de Taxi Driver le demandó más de ocho años llevar a la pantalla grande el universo y los entretelones de la agencia de información más importante de Estados Unidos, la CIA. Después de su debút en 1993 con la película A Bronx Tale, film que le valió el reconocimiento de la crítica, De Niro volvió a esconderse detrás de cámara para dirigir a dos ganadores del Oscar, Matt Damon y Angelina Jolie.

El film, que será estrenado en la cartelera local el próximo jueves 22, cuenta con la firma registrada de Francis Ford Coppola como productor ejecutivo. “La película es una mezcla de hechos verídicos y versiones de diferentes personajes reales. Matt interpretó su personaje sin vanidad y Jolie tiene unos instintos fabulosos. Ella logró captar la escencia del personaje y comunicarla”, explica De Niro.

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Atraído hacia el mundo del espionaje, De Niro llegó hasta los pasos de Milton Bearden, un ex agente federal, quien le permitió conocer sus contactos de la KGB surgidos en los años ochenta. Juntos emprendieron un viaje de investigación hacia Moscú, Afganistán y Pakistán explorando los rincones secretos de la CIA. Por ese entonces, llegó a las manos de De Niro, una copia de El buen pastor escrita por Eric Roth ( El informante, Munich) que narraba el origen y los primeros años de la Agencia. Si bien el libreto tenía distintos enfoques, compartían muchos puntos en común.

En principio mi historia era otra, no giraba exclusivamente sobre la CIA como lo cuenta Eric. Tampoco la mía profundizaba sobre la Guerra Fría, ni el clásico enfrentamiento Este vs. Oeste, CIA vs. KGB. Mi historia más bien hablaba del período posterior a la Guerra Fría. Sin embargo después de leer El buen pastor le pregunté a Eric si estaba interesado en trabajar en ese nuevo proyecto. Al principio no estuvo muy convencido pero después acordamos que si yo dirigía la película, él escribiría una segunda parte con mi historia. Eso, si es que tenemos suerte”, cuenta el actor neyorquino.

Además de dirigir, “Bob” pone el cuerpo en el personaje del General “Wild Bill” Donovan, quien en los años cuarenta “ reclutó a jóvenes de prestigiosas universidades del noreste de Estados Unidos, como Yale, cuyas familias habían invertido más en las tradiciones, historias y futuro del país”, explica el actor y director, “ Ellos tenían mucho más que perder si no ganaban.

—La película cobró ahora más importancia teniendo en cuenta el nuevo papel que juega la CIA contra el terrorismo?
—Ultimamente la CIA ha acaparado la atención como todos sabemos, así que el estreno de la película podría decirse que la hace más interesante.

—¿Piensa que con esta película el estigma que persigue a la CIA ahora está más justificado?
—No, no lo creo. Me parece que esto es mucho más complicado. Uno no sabe de qué se trata todo esto, no sabemos las cosas que realmente hacen los que trabajan ahí, en la CIA. Ellos no toman crédito por lo que han hecho, pero cometen errores –como hemos visto– y, por suerte, son cosas que pueden ser mejoradas. Esta exposición, al final de cuentas, puede resultar algo bueno.

—¿Conoció al v erdadero Donovan, su personaje?
—No, me hubiera encantado, pero se murió hace mucho.

—¿Fue más fácil hacer esta película después de los atentados del 11 de septiembre?
—No sé si fue más fácil hacerla después del 11-S. Trabajé en este proyecto durante años, incluso antes del atentado, tratando siempre de terminarlo. Una vez que estalló el 11-S pensé que eso iba a ser todo. Pero después me descubrí cierta energía e ímpetu. No estoy muy seguro cómo, pero el proyecto se reanimó después de eso.

De sangre mitad irlandesa, mitad italiana, el popular actor que ganó sus merecidos Oscar por interpretar al mafioso Vito Corleone en El padrino II y al joven boxeador Jake La Motta en Toro Salvaje, pareciera sentirse cómodo en su papel de realizador. “ Es importante darles a los actores tanta libertad como sea posible para que no se sientan limitados. Si cometen una equivocación, no hay problema. Así no tienen miedo de hacer cosas nuevas o confiar en tí. Eso es muy importante con los actores y los otros elementos creativos de la producción”.
Reservado como pocos, De Niro ha procurado siempre proteger su vida privada de los medios. No le gusta, no le interesa y no le encuentra sentido a dar reportajes. Parco y de pocas palabras, el actor impone sus condiciones, que incluyen no hablar de política, ni de religión, ni de su familia. De hecho, mientras promocionaba el estreno de su película, De Niro confesó al periodista Larry King porqué no le interesaba hablar siquiera de su trabajo. “ La gran mayoría del tiempo me siento incómodo. Tal vez me es más fácil si hablo de mi labor como director...pero sólo porque hay más cosas para hablar y opinar.”

Si bien el protagonista de Cabo de miedo hace lo imposible por no hablar, hay datos que se saben. Se casó dos veces y en su primer matrimonio, con la actriz Diahnne Abbott, adoptó a Dreena y tuvo a Raphael. De su relación con la modelo Toukie Smith, nacieron los gemelos Julian Henry y Aaron Kendrick, concebidos por fertilización in vitro, y que después se casó con una azafata diez años mayor que él, con quien tuvo a su quinto hijo, Elliot. Sin poder evitarlo, en octubre de 2003 se hizo público el cáncer de próstata que le diagnosticaron. Luego de someterse a una cirugía, hoy se anima a decir que tiene la enfermedad controlada. Es dueño de un restaurante que comparte junto a Robin Williams y Francis Ford Coppola y, en nombre de su productora, organiza todos los años en Manhattan el Tribeca Film Festival, un conocido encuentro de cine independiente internacional. Por lo pronto, a los 63 años Robert De Niro sigue apostando al cine. “ Una de las cosas buenas de actuar es que te permite vivir la vida de otras personas sin tener que pagar un precio por ello.”