Como suele ocurrir todos los años, con el advenimiento de las vacaciones de invierno las opciones de espectáculos para compartir en familia se reproducen hasta copar casi todas las marquesinas de los teatros y cines.
Este año, por supuesto, no es la excepción. Pero claro, dentro de esas múltiples opciones hay, también, un amplio abanico de precios: no cuesta lo mismo ir a ver una obra de teatro para chicos realizada de manera independiente que sucumbir ante la parafernalia de un éxito televisivo llevado a las tablas.
Por ejemplo, cada integrante de la familia que quiera ver de cerca (o de lejos) a Emilia Attías y Nicolás Vázquez en el teatro Gran Rex, debe pagar entre 40 y 100 pesos mientras que para disfrutar de una obra hecha a pulmón, el precio por cabeza baja a 20 pesos, en promedio.
En el caso de que haya sido imposible convencerlos de ver otros espectáculos sin tanta producción y con menos publicidad que los tanques televisivos, a prepararse: en las veredas de los teatros en los que se exhiben Casi Ángeles, Barbie, Backyardigans y Lazy Town un ejército de vendedores de vinchas, alitas, muñecos, vestidos, polleras, sombreros, fotografías y payasas especialistas en pintar caras de niñas se pasean dispuestos a vaciar las billeteras de los padres más permisivos (ver video).
Los dilemas presupuestarios quedan sin efecto si lo que quieren los chicos es ir al cine. Pero al menos, en este caso, no hay diferencia entre el costo de ver un tanque de Hollywood y una producción de más bajo presupuesto: las entradas cuestan un promedio de 20 pesos.
Claro que no sólo existen opciones relacionadas con el espectáculo. Aquellas familias que prefieran disfrutar de un día al aire libre, pueden optar por visitar el zoológico de Temaikén. En este caso, deberán abonar 30 pesos en concepto de entrada los mayores y 20 pesos cada menor.
Y si lo que buscan los pequeños es vértigo y adrenalina, los espera el Parque de la Costa. Allí, los precios varían de acuerdo al día. De lunes a miércoles, el precio del pasaporte más abarcativo es de 30 pesos mientras que de jueves a domingo es de 40.
Es probable que para los chicos la jornada no esté completa si luego de disfrutar de su espectáculo favorito, no pasan por un negocio de comidas rápidas. Allí, la cajita que incluye una hamburguesa con queso, papas fritas, gaseosa y un muñeco de alguno de los personajes de Kung Fu Panda cotiza 15 pesos, mientras que el menú mediano para adultos cuesta un promedio de 18 pesos.
En resumen, dos adultos y dos menores que decidan ir a ver un éxito televisivo y luego a disfrutar de una hamburguesa deberán desembolsar algo así como 300 pesos. Si la opción es ver otro tipo de espectáculos o ir al cine y comer algo luego, deberán abonar un promedio de 150 pesos. A hacer cuentas, entonces.
* Redactor de Perfil.com