“Voy a estar bailando con Tinelli”

Como la mayoría de sus veranos, Eleonora Cassano está instalada en su casa de Villa Gesell, aunque es una temporada atípica. Por un lado, a sus 49 años realiza pocas actividades, luego de haber hecho un último ballet completo en junio de 2011 y de despedirse del ballet en general en la 9 de Julio el 22 de diciembre de 2012. Por otro lado, su familia está algo dispersa, pues su marido, Sergio Albertoni, lleva adelante una intensa actividad como productor. Así que la bailarina tiene tiempo para descansar y para pensar sobre lo que se le avecina en 2014.
—¿Cómo son estos días para vos?
—Un poco raros, porque yo estoy en Gesell y mi marido está haciendo la producción de El placard y Los Grimaldi en Mar del Plata, donde está con funciones de martes a domingo. Yo estoy tranquila, pero cuando vuelva voy a empezar a organizar con Lino [Patalano] un nuevo espectáculo y está lo que me tiene medio alterada o con cosquillitas: voy a estar bailando con Tinelli.
—¿Ya sabés con quién vas a bailar?
—Me dieron la opción de elegir a quien quisiera, pero todavía tengo que decidirlo. Sólo sé que no quiero que sea bailarín clásico, sino alguien que ya conozca cómo es la movida de estar en lo de Tinelli. Ya que yo voy a ser nuevita, quiero que sea alguien que esté empapado en cómo se maneja esto.
—¿Hay algunos ritmos que te preocupen?
—No, ninguno. Yo me tengo confianza. La gente pretende asustarme cuando me dice: “Ay, ¡¿vas a hacer el caño?!”. Y no me asusta ni un poco el caño. Voy a hacer un caño no pornográfico, sino con imágenes y movimientos bellísimos.
—Igual, más allá del caño, que es posible que este año no se haga, desde tu perspectiva, ¿“ShowMatch” dignifica a la danza?
—Yo me reuní con Marcelo, tuvimos una charla y me dijo: “Quiero cambiar al ‘Bailando’, quiero darle excelencia”. Creo que el programa se le había ido un poco de las manos, por el chusmerío, los problemas, las peleas. Ahora quiere verdaderamente darle otro enfoque y eso se nota en la gente que está convocando para bailar: van a estar Maximiliano, Mora Godoy, Laura Fidalgo, va a volver a bailar Hernán… se va a poner interesante la parte de bailar, va a haber gente que baile en serio.
—¿Cuándo fuiste convocada?
—Hace dos años ya, cuando estaba haciendo mi despedida por Italia, España, pero ése no era el momento, yo no podía en medio de las corridas. El año pasado yo había dicho que sí, pero después no se dio el programa. Vamos a ver este año si la tercera es la vencida.
—¿Dudaste en algún momento frente a la propuesta de estar en el “Bailando”?
—Solamente al principio, cuando me dijeron que querían verme bailar, en vez de estar de jurado. Yo dije: “¿Qué voy a hacer yo bailando?, ¿quién me va a juzgar a mí bailando?, yo tengo que estar en el jurado”. Y tuve una charla muy interesante con Federico Hoppe y… con, heee, ¿cómo se llama…?
—El Chato Prada…
—Sí, eso, me tengo que poner al tanto. Son muchas cosas en las que yo no soy ducha en este rubro… La cosa es que me dijeron: “Vos podés juzgar a todos desde un lugar que nadie te puede decir nada, pero hay muchísima gente –y eso me cambió la cabeza– que te conoce de nombre, pero nunca te vio bailar y éste es tu momento porque hay mucha gente que no sale, que no tiene la oportunidad de ir a un teatro”.
—¿Le pediste su opinión a Julio Bocca, tu compañero en gran parte de tu carrera artística?
—Nos encontramos en diciembre y charlamos apenas un poco. Me dijo que le parecía bárbaro. Igualmente, sé el concepto que tiene Julio con respecto a romper con los esquemas, y con tirarse a hacer cosas nuevas. Es lo mismo que cuando sacamos al ballet de los lugares tradicionales, o cuando salimos en Playboy o cuando hicimos la cancha de Boca o de River.
—Tu familia siempre te acompañó durante toda tu carrera. ¿Qué te dijo ahora?
—Mi marido la tiene muy clara. Cuando yo dudaba si ser jurado o bailar, a él le parecía que estaba bueno que yo bailara. Cuando fue lo de Playboy, él tenía menos problemas que yo, y eso que era salir desnuda en una revista: tiene la cabeza muy abierta. Por parte de mis hijos (Tomás, de 17 años y la nena, Julieta, de 11), se van a tener que adaptar. Tendrán que ir al colegio y encarar a los chicos. A la que sí me tuve que aguantar fue a mi mamá, que puso el grito en el cielo: “¡Cómo vas a hacer eso!”. Tengo guardado un mensaje que me mandó, en el que no me puso nada lindo. Después, cuando ande chocha de que esté bailando en lo de Marcelo, se lo voy a hacer leer. Yo tengo los conceptos claros, pero no es así con todos. Y más una madre...
—Y tus seguidores, ¿no se sorprenden y hasta se desilusionan por el hecho de que vayas a estar en “ShowMatch”?
—Es verdad que hay muchísima gente a la que le pasa eso. La entiendo. A mí también me sorprendió lo de Piquín y después me di cuenta de que estaba perfecto lo que hacía. Creo que cada uno tiene que hacer lo que considere que está bien. Yo hice mi camino convencida de lo que estaba haciendo.
—¿Cómo te sentirías juzgada por Barbieri, por Casán?
—Y por Graciela Alfano… je… Nada… Eh… Yo voy a estar haciendo algo que es un show televisivo. Habiendo bailado en todo el mundo con coreógrafos importantes, ¿qué me puede afectar…? Voy a tomar lo que considere bueno y voy a dejar lo que considere que no tiene sentido. Lo que no quisiera es entrar en los líos que se suelen armar en los “Bailando”.